(Franja y Ruta) ESPECIAL: Estudiantes llegados de lejos quedan fascinados con las Chinas antigua y moderna

Spanish.xinhuanet.com   2017-05-08 14:27:10

BEIJING, 8 may (Xinhua) -- Bai Ying es el nombre chino de Tamara Bernal, estudiante ecuatoriana de 26 años que cursa en China estudios de posgrado en traducción e interpretación español-chino.

China, una de las cuatro grandes civilizaciones antiguas, ha atraído con su profunda cultura tradicional a un gran número de estudiantes extranjeros para estudiar y perseguir sus sueños chinos. Bai es una de ellos, aunque quizás no sepa que hace más de 1.000 años China ya era un destino popular para los estudiantes de ultramar.

El origen del concepto de estudiantes extranjeros está relacionado con Japón. Durante las dinastías Sui y Tang (220-907 d. C.), China, con una economía desarrollada y una poderosa fuerza nacional, fue el centro económico, político y cultural de Asia.

Desde el comienzo de la dinastía Sui, China comenzó a albergar a un gran número de estudiantes extranjeros, mientras que durante la dinastía Tang una multitud de alumnos llegaron al país desde Japón, Annam, Goryeo, el reino Baekje y el reino Silla. Algunos territorios también mandaron a representes y monjes para estudiar en China. Japón, en particular, envió el mayor número de estudiantes a China en aquel momento.

Durante ese periodo, Japón estaba en una etapa de reformas clave y enviaba, a menudo, representantes a China para aprender sus sistemas y su avanzada cultura, así como códigos y libros de las dinastías Sui y Tang. Además de enviados, monjes y estudiantes, también llegaron a China marineros y artesanos.

Entre los monjes japoneses que estudiaron en China, cabe mencionar a Abe no Nakamaro. Nacido en una familia política, era inteligente, talentoso y estudioso desde niño. En 717, Abe, con menos de 20 años, fue seleccionado para estudiar en China, gracias a su excelencia en el aprendizaje del chino. Después de llegar a Chang'an, entonces capital de China, consiguió un permiso especial para estudiar en la Academia Imperial, que era la máxima institución educativa. Tras años de diligente estudio, Abe logró el máximo título en los exámenes imperiales chinos, el jinshi, lo que era esencial para la candidatura a cargos estatales.

Durante las tres pasadas décadas de reforma y apertura, con el constante crecimiento del poder nacional de China, hay cada vez más estudiantes chinos que quisieron y lograron "volverse globales". Al mismo tiempo, la potencialidad económica china y el atractivo singular de la cultura tradicional china han atraído a un creciente número de estudiantes extranjeros para estudiar en China.

En 2015, el número de estudiantes chinos en el extranjero alcanzó los 1,26 millones, el 25 por ciento de todos los estudiantes del mundo que estudiaban fuera de sus propios países. Al mismo tiempo, 397.600 estudiantes extranjeros vinieron a estudiar en China, el 8 por ciento de los estudiantes del mundo fuera de sus países, según un informe anual sobre el desarrollo de estudiantes chinos en el exterior (2016) publicado por el Centro para China y la Globalización.

Durante los últimos años, ha habido un destacada subida en el número de estudiantes extranjeros que estudian el chino. Según cifras de la Sede del Instituto Confucio, se han establecido 512 institutos en 140 países y regiones hasta el fin de 2016. Se han lanzado un total de 1.073 programas de Aulas Confucio, a través de los cuales Institutos Confucio se asociaron con escuelas secundarias locales o de distritos para proveer maestros y materiales de enseñanza.

Desde que la iniciativa de la Franja y la Ruta fue planteada en 2013, se dio otro aumento llamativo de estudiantes extranjeros que estudian en China. Para muchos estudiantes extranjeros, la iniciativa, comprometida con el desarrollo y la prosperidad comunes, ha ofrecido una plataforma para que ellos materialicen sus sueños.

Ser diplomática es el sueño de Bai Ying. La estudiante ecuatoriana quiere contribuir a fortalecer los lazos China-Ecuador. "Si quieres ser un diplomático excelente, tienes que estudiar bien el idioma y la cultura de los países relacionados", dijo Bai.

"China es un país en una vía de desarrollo rápida, y ha sido un socio comercial clave para Ecuador. Por lo tanto, hay cada vez más ecuatorianos que estudian chino. Si aprendes chino, tendrás muchas oportunidades".

Noticias Relacionadas
  
FOTOS  >>
VIDEO  >>
  TEMAS ESPECIALES  >>
Presidente griego se reúne con presidente de Xinhua
XI VISITA FINLANDIA Y SE REUNE CON TRUMP EN EEUU
Xinhuanet

(Franja y Ruta) ESPECIAL: Estudiantes llegados de lejos quedan fascinados con las Chinas antigua y moderna

Spanish.xinhuanet.com 2017-05-08 14:27:10

BEIJING, 8 may (Xinhua) -- Bai Ying es el nombre chino de Tamara Bernal, estudiante ecuatoriana de 26 años que cursa en China estudios de posgrado en traducción e interpretación español-chino.

China, una de las cuatro grandes civilizaciones antiguas, ha atraído con su profunda cultura tradicional a un gran número de estudiantes extranjeros para estudiar y perseguir sus sueños chinos. Bai es una de ellos, aunque quizás no sepa que hace más de 1.000 años China ya era un destino popular para los estudiantes de ultramar.

El origen del concepto de estudiantes extranjeros está relacionado con Japón. Durante las dinastías Sui y Tang (220-907 d. C.), China, con una economía desarrollada y una poderosa fuerza nacional, fue el centro económico, político y cultural de Asia.

Desde el comienzo de la dinastía Sui, China comenzó a albergar a un gran número de estudiantes extranjeros, mientras que durante la dinastía Tang una multitud de alumnos llegaron al país desde Japón, Annam, Goryeo, el reino Baekje y el reino Silla. Algunos territorios también mandaron a representes y monjes para estudiar en China. Japón, en particular, envió el mayor número de estudiantes a China en aquel momento.

Durante ese periodo, Japón estaba en una etapa de reformas clave y enviaba, a menudo, representantes a China para aprender sus sistemas y su avanzada cultura, así como códigos y libros de las dinastías Sui y Tang. Además de enviados, monjes y estudiantes, también llegaron a China marineros y artesanos.

Entre los monjes japoneses que estudiaron en China, cabe mencionar a Abe no Nakamaro. Nacido en una familia política, era inteligente, talentoso y estudioso desde niño. En 717, Abe, con menos de 20 años, fue seleccionado para estudiar en China, gracias a su excelencia en el aprendizaje del chino. Después de llegar a Chang'an, entonces capital de China, consiguió un permiso especial para estudiar en la Academia Imperial, que era la máxima institución educativa. Tras años de diligente estudio, Abe logró el máximo título en los exámenes imperiales chinos, el jinshi, lo que era esencial para la candidatura a cargos estatales.

Durante las tres pasadas décadas de reforma y apertura, con el constante crecimiento del poder nacional de China, hay cada vez más estudiantes chinos que quisieron y lograron "volverse globales". Al mismo tiempo, la potencialidad económica china y el atractivo singular de la cultura tradicional china han atraído a un creciente número de estudiantes extranjeros para estudiar en China.

En 2015, el número de estudiantes chinos en el extranjero alcanzó los 1,26 millones, el 25 por ciento de todos los estudiantes del mundo que estudiaban fuera de sus propios países. Al mismo tiempo, 397.600 estudiantes extranjeros vinieron a estudiar en China, el 8 por ciento de los estudiantes del mundo fuera de sus países, según un informe anual sobre el desarrollo de estudiantes chinos en el exterior (2016) publicado por el Centro para China y la Globalización.

Durante los últimos años, ha habido un destacada subida en el número de estudiantes extranjeros que estudian el chino. Según cifras de la Sede del Instituto Confucio, se han establecido 512 institutos en 140 países y regiones hasta el fin de 2016. Se han lanzado un total de 1.073 programas de Aulas Confucio, a través de los cuales Institutos Confucio se asociaron con escuelas secundarias locales o de distritos para proveer maestros y materiales de enseñanza.

Desde que la iniciativa de la Franja y la Ruta fue planteada en 2013, se dio otro aumento llamativo de estudiantes extranjeros que estudian en China. Para muchos estudiantes extranjeros, la iniciativa, comprometida con el desarrollo y la prosperidad comunes, ha ofrecido una plataforma para que ellos materialicen sus sueños.

Ser diplomática es el sueño de Bai Ying. La estudiante ecuatoriana quiere contribuir a fortalecer los lazos China-Ecuador. "Si quieres ser un diplomático excelente, tienes que estudiar bien el idioma y la cultura de los países relacionados", dijo Bai.

"China es un país en una vía de desarrollo rápida, y ha sido un socio comercial clave para Ecuador. Por lo tanto, hay cada vez más ecuatorianos que estudian chino. Si aprendes chino, tendrás muchas oportunidades".

010020070760000000000000011100001362656201