WELLINGTON, 26 mar (Xinhua) -- La importancia que tiene Nueva Zelanda no disminuye por su remota ubicación en el hemisferio sur y su apelativo de "pionera" en la cooperación entre China y Occidente es bien merecido.
Como miembro del "flanco" occidental, Wellington ha trabajado de cerca con Beijing durante muchos años y, con la visita del primer ministro chino, Li Keqiang, que empieza hoy, domingo, ambos países van a impulsar su cooperación práctica.
Este año, las dos naciones celebran el 45º aniversario de relaciones diplomáticas y sus vínculos, que atraviesan una etapa de transición, continuarán floreciendo en el futuro. Sin duda, la visita de Li ayudará a propulsar el desarrollo de la asociación estratégica integral bilateral en esta nueva era.
Los lazos entre China y Nueva Zelanda han experimentado un enorme desarrollo desde el principio gracias a los esfuerzos coordinados de ambas y, al mismo tiempo, se han convertido en un modelo de cooperación mutuamente beneficiosa entre países con diferentes sistemas y tamaños.
Entre los países desarrollados, Nueva Zelanda ha estado en cabeza de los intercambios con China. Estuvo entre las primeras naciones en reconocer al país asiático el estatus completo de economía de mercado, en sellar un acuerdo de comercio bilateral con él y en unirse al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura.
La relación refleja la intuición y sagacidad de los líderes y Gobiernos de ambas partes y se ajusta a los intereses fundamentales y a largo plazo de las dos naciones y sus respectivas sociedades.
Nueva Zelanda es "una extensión natural" de la Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI y Beijing da la bienvenida a la participación de Wellington en la iniciativa de la Franja y la Ruta.
En los últimos tres años, los dos países han recogido ya los primeros frutos: China se ha convertido en el mayor destino de las exportaciones neozelandesas, en su mayor fuente de importaciones y en su mayor socio comercial.
La cooperación en varios sectores ha registrado un progreso notable. El comercio bilateral superó los 14.000 millones de dólares estadounidenses el año pasado, un incremento anual del 5 por ciento, y ambos países caminan con paso firme hacia la meta de alcanzar para 2020 los 21.000 millones de dólares acordados por los líderes de una y otra parte.
En cuanto a intercambios culturales con China, Nueva Zelanda también ha sido pionera en varias ocasiones. Fue el primer país en firmar acuerdos sobre cooperación en cine y televisión en 2010 y 2014, respectivamente, y ha realizado varios programas de colaboración en este campo.
Además, los dos países han acordado abrir un segundo centro cultural chino, con lo que Nueva Zelanda ha pasado a ser el primer país del mundo en contar con dos entidades de ese tipo.
Gracias a una promoción dinámica, los intercambios culturales bilaterales están en auge y se han presentado en Nueva Zelanda diversas actividades culturales y escuelas chinas, como el Festival de las Linternas, la Semana China o los centros culturales. .
China, además, ha permanecido como la mayor fuente de estudiantes extranjeros de Nueva Zelanda durante una década, con 31.000 alumnos e investigadores en 2016.
Los dos países han creado tres Institutos Confucio y 30 Aulas Confucio en Nueva Zelanda. Más de 300 escuelas primarias y secundarias dan clases de idioma chino y el número de personas que lo están estudiando llega a 40.000.
Nueva Zelanda fue también el primer país que estableció un mecanismo de negociación educacional a nivel viceministerial con China. Las consultas del grupo de trabajo conjunto se han ido institucionalizando, y ambas partes han firmado una serie de acuerdos sobre cooperación en este ámbito.
Los intercambios personales entre los dos países son cada vez más frecuentes, especialmente por el creciente número de ciudadanos chinos que visitan Nueva Zelanda. Según estadísticas del Gobierno neozelandés, más de 400.000 turistas chinos viajaron al país oceánico en 2016.
China es la segunda fuente de turistas extranjeros de Nueva Zelanda, solo por detrás de la vecina Australia, aunque se calcula que, con la profundización de los lazos Beijing-Wellington, acabará superándola en 2020.
No es difícil prever que la visita de Li va a impulsar enormemente la confianza mutua, intensificar la cooperación estratégica e inyectar un ímpetu nuevo y enérgico en el desarrollo de los lazos bilaterales.
En un contexto de constantes cambios en la situación internacional, la visita de Li inspirará a los dos países a continuar buscando en conjunto la apertura y cooperación en beneficio mutuo, a fin de intensificar la confianza mundial y regional.
