NUEVA VIDA POR VENIR
Las estadísticas muestran que la población de Pumaqangtang se incrementó de 883 en 2000 a 1.031 en 2016. La esperanza media de vida, aún corta, se ha extendido de 40 a 49,5 años.
"Un cuadro ha de tener un cuerpo fuerte para trabajar en Pumaqangtang", asegura Tsering Norbu, secretario del PCCh del distrito de Nanggarze.
La misma regla aplica para los soldados que cuidan la frontera.
En 2012, las autoridades establecieron una estación de policía fronteriza en Pumaqangtang, con el fin de salvaguardar los 25 kilómetros de línea limítrofe con Bután. Los militares tienen que patrullar por los glaciares a una altitud superior a los 6.300 metros.
"Es como vivir en el campamento base del monte Qomolangma (Everest)", dice Chen.
Con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los lugareños, a lo largo de los últimos tres años el gobierno local ha construido 37 apriscos climatizados, siete unidades de almacenamiento de forraje y 34 refugios para pastores.
Gracias al apoyo gubernamental, Pumaqangtang fue uno de los primeros pueblos tibetanos en erradicar la pobreza. En 2016 el promedio de los ingresos anuales per cápita alcanzó los 10.110 yuanes (unos 1.500 dólares), lo que supone más del doble de la cifra de 2012.
"Sin el apoyo del gobierno no tendríamos la vida que tenemos hoy", dice Dawa Butri, una pastora local.
Dawa Butri gana 3.000 yuanes al año, mientras su esposo, un auxiliar policial, recibe un sueldo anual de cerca de 10.000 yuanes.
Junto con subsidios anuales de más de 10.000 yuanes por parte del gobierno local y otros 4.000 en ingresos adicionales provenientes de la confección de "pulu", un textil de lana típico del Tíbet, las entradas de la familia casi llegan a los 30.000 yuanes por año.
