Los Gobiernos mexicano y estadounidense han confirmado que el narcotraficante, de 59 años de edad, nacido en la serrana comunidad de La Tuna (Sinaloa) y quien inició su carrera en el extinto cártel de Guadalajara en los ochenta del siglo pasado, será trasladado a la ciudad de Nueva York.
Guzmán enfrenta numerosos cargos por narcotráfico y delitos relacionados ante cortes federales en California, Texas, Arizona, Florida, Illinois y Nueva York. En los dos primeros estados acumula más de 10 acusaciones por tráfico de cocaína y mariguana, asociación delictiva e incluso homicidio, mismas que Washington utilizó para pedir su extradición.
La primera fuga del líder del cártel de Sinaloa ocurrió el 19 de enero de 2001 de una prisión en el estado de Jalisco (oeste), tras poco más de siete años preso como importante lugarteniente del narcotráfico. Fue el fugitivo más buscado del mundo hasta febrero de 2014, cuando marinos lo capturaron en el puerto de Mazatlán (estado de Sinaloa, noroeste).
Su segunda fuga, a través de un túnel, tuvo lugar en julio de 2015 y terminó el 8 de enero de 2016 a manos de policías federales en la ciudad de Los Mochis (Sinaloa). Desde entonces, se ha acelerado el proceso para entregarlo a Estados Unidos.
La estrategia de defensa que el capo tome en los próximos días definirán su futuro, pues no será lo mismo que se declare culpable y negocie con las autoridades beneficios jurídicos a que sostenga su inocencia.