Por Edna Alcántara y Luis Brito
MEXICO, 14 dic (Xinhua) -- La llegada del republicano Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos supone un difícil escenario para México con repercusiones sociales, económicas e incluso políticas, dijeron a Xinhua expertos internacionalistas.
El mayor aliado y socio de México será dirigido a partir del 20 de enero próximo por un magnate cuyas promesas centrales de campaña abarcaron construir un muro entre los dos países, revisar o desechar el tratado comercial vigente desde hace casi 23 años y deportar a millones de mexicanos.
Las intenciones de Trump permiten pronosticar que la relación bilateral será tensa y sólo con que endurezca la política migratoria causará una cascada de consecuencias para México, apuntó el profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), David Crow.
Explicó que no será fácil que Trump cumpla su meta de deportar a entre dos y tres millones de migrantes con antecedentes penales porque el trámite pasa por tribunales, habrá resistencia de estados o condados para cooperar y el Congreso tendría que aprobar partidas para robustecer a las agencias federales responsables.
No obstante, el experto dijo que es posible que se deporte a un número importante de mexicanos en poco tiempo, a los que se podrían sumar los que ya están pensando en regresar voluntariamente ante el ambiente adverso creado por el duro discurso del republicano, que es también a lo que apuesta.
A ellos se agregarían mexicanos que por tradición o situación económica planeaban migrar hacia Estados Unidos y que ahora desistirán de hacerlo por miedo a redadas o un mayor racismo, agregó.
Crow explicó que México tendrá que absorber las necesidades de empleo, educación y otros aspectos sociales de todos estos mexicanos en un entorno de débil crecimiento económico y con un menor ingreso de las remesas que los migrantes envían desde el vecino país.
El Gobierno mexicano estima que 5,8 millones de los 11 millones de migrantes sin papeles en Estados Unidos son connacionales, por lo que, explicó el experto, el panorama es complicado.
"La afectación para México sería muy grave, simplemente no está en posibilidades con su crecimiento económico anémico de absorber a dos o tres millones de personas en un periodo corto", aseguró.
Entre tanto, Raquel Saed Grego, académica del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana, sugirió al Gobierno mexicano fortalecer sus estrategias para enfrentar las deportaciones y, en todo caso, tener los empleos adecuados.
"Significa un problema económico muy grande para México", apuntó la experta.
La directora del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México (Colmex), Ana Covarrubias, ejemplificó que existe la posibilidad de que jóvenes mexicanos que crecieron y se educaron en Estados Unidos tengan que rehacer su vida en el país, empezando por buscar la revalidación de sus estudios.
Cerca de 560.000 de los llamados "dreamers" (soñadores) mexicanos cuentan actualmente con protección para no ser deportados y permiso para trabajar gracias a los beneficios del plan DACA, una acción ejecutiva del presidente Barack Obama que Trump puede revocar sin intervención del Congreso.
"Regresarlos a México sería un drama porque no tienen aquí ni familia ni conocen el país", apuntó.
El muro que el magnate tomó como bandera en su campaña difícilmente puede construirse porque implica una inversión de 26.000 millones de dólares, un gasto que se antoja difícil que el Congreso apruebe cuando existen otras prioridades, dijo Crow.
Agregó que a cambio es muy posible que Trump amplíe bardas ya edificadas en varios tramos e incremente la presencia de oficiales de la Patrulla Fronteriza a lo largo de la línea divisoria de 3.000 kilómetros.
Esa vigilancia cerraría en parte la pinza del endurecimiento de una política también prevista para frenar la migración de centroamericanos y ciudadanos de países de otras latitudes que usan México como paso hacia Estados Unidos, quienes podrían estancarse en el país abultando la problemática social.
"Si Estados Unidos se pone muy duro vamos a tener a esa población en México", advirtió Covarrubias.
El giro proteccionista en la política comercial que el republicano dice que emprenderá abonaría el difícil panorama y complicaría las relaciones con México, que envía el 80 por ciento de sus exportaciones al mercado estadounidense.
Trump asegura que revisará o abandonará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994, alegando que sólo beneficia a México, lo que ha provocado temores en los mercados financieros que se han reflejado en una depreciación del peso frente al dólar.
El Gobierno mexicano defiende al tratado apuntando que permite un intercambio comercial bilateral de 550.000 millones de dólares anuales con beneficios mutuos, sin embargo para Crow las eventuales barreras que Trump aplique dañarían más a México por su mayor dependencia del pacto.
"México pierde por doble partida: absorber a muchos migrantes de retorno sin las mismas posibilidades que podría tener para ofrecerles trabajo. Veo un panorama potencialmente muy grave", sostuvo el profesor del CIDE.
Covarrubias desestimó que Trump pueda desmantelar la integración económica entre México y varios estados del vecino país como California y Texas, por lo que consideró que el escenario futuro en comercio no es tan grave como el que se pinta en migración.
"En comercio e inversión hay intereses muy poderosos en Estados Unidos que van a querer defenderse. En migración muy pocos van a defender a los migrantes", explicó la académica del Colmex.
En ese sentido, Saed Grego añadió que es probable que gobernadores de estados como California mantengan su relación sin cambios con México y negocien de manera independiente.
Los primeros 100 días del gobierno de Trump delinearán el rumbo de sus políticas, pero es necesario que México impulse su mercado interno al tiempo que fortalece sus lazos con China y Canadá, subrayó.
Crow puntualizó que si Trump cumple sus promesas podría incluso repercutir en las preferencias políticas en México, impulsando entre mexicanos la elección de un político de tintes nacionalistas en los comicios presidenciales de 2018.
"México es un país muy nacionalista pero al mismo tiempo abierto a recibir gente de otros países y eso es una fortaleza. Si eso se viene abajo con una reacción política y social a Trump yo lo vería como trágico", dijo el experto del CIDE.