China conmemoró este martes el tercer día nacional en memoria de las víctimas de la Masacre de Nanjing de 1937.
Por la mañana se celebró una ceremonia en el Salón Conmemorativo Nacional de esta ciudad del este de China. Para recordar a las víctimas también se han realizado otra serie de actividades.
La bandera nacional ondea a media asta. Los asistentes guardan un minuto de silencio en señal de respeto.
Las sirenas suenan por toda la ciudad, y palomas vuelan en el cielo. Es la ceremonia conmemorativa del tercer día nacional en memoria de las víctimas de la Masacre de Nanjing.
Es la cuarta vez que se añaden nombres en este muro, después de 2007, 2011 y 2013. El mayor desafío es el tiempo. Según los últimos informes, el número de supervivientes de la masacre ha descendido, de 1.756 en 1987 a 107 en 2016. Por eso, cada vez resulta más crucial recuperar pruebas materiales y conservar el legado histórico.
El donante, Mei Xiaoao dice :"Estoy donando los documentos originales de mi padre y reliquias de cuando trabajaba en el Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente. Estos papeles forman los cimientos del Salón Conmemorativo Nacional, y contienen esta frase: No buscamos venganza, ni culpamos a los civiles japoneses de nuestro dolor y pesar. Pero olvidar la historia invitará a más tragedia en el futuro."
Para el pueblo de Nanjing, en duelo por esta tragedia histórica, queda la esperanza de que los registros del pasado puedan servir de lecciones para el futuro. Promover la comprensión mutua y la cooperación entre naciones es vital para la paz y el desarrollo mundiales.