LIMA, 1 nov (Xinhua) -- La transición económica en China hacia un modelo basado en el consumo presenta desafíos en primera instancia, pero a largo plazo puede suponer un impulso para la economía mundial, sostuvo este martes el economista del Fondo Monetario Internacional (FMI) Patrick Blagrave.
La transformación del país asiático y los cambios demográficos causados por la migración son dos fenómenos que surgen en economías emergentes y cuyos efectos de contagio influyen en muchas otras economías, explicó Blagrave, quien integra la División de Supervisión Mulitaleral del Departamento de Investigación del FMI y participó este martes en la presentación del informe "Perspectivas de la Economía Mundial" en Lima.
Blagrave afirmó que "si ambos puntos se gestionan bien pueden tener efectos favorables a largo plazo" para la economía mundial.
Destacó que un aumento de un punto porcentual en el número de trabajadores migrantes se traduce a largo plazo en un incremento de dos puntos del Producto Interno Bruto (PIB) de las economías que reciben esa masa laboral.
En el acto, que se celebró en el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), también intervino el asistente del director del Departamento de Investigación del organismo multilateral, Eugenio Cerruti, quien comentó que la economía global registrará una expansión del 3,1 por ciento este año y en el próximo alcanzará el 3,4 por ciento, impulsada por los mercados emergentes.
El funcionario recomendó a los países utilizar herramientas de política económica para mejorar sus perspectivas de crecimiento a corto plazo, y a los bancos centrales de las economías avanzadas mantener políticas económicas expansivas.
También sugirió a los Gobiernos incrementar el gasto en educación e infraestructura, a fin de ampliar la capacidad productiva, y apuntó a la necesidad de contrarrestar la disminución del crecimiento potencial con reformas estructurales para elevar las tasas de participación laboral y reducir las barreras de acceso a los mercados.
Cerutti puso sobre la mesa el informe "Cómo allanar el camino del comercio" y sostuvo que la debilidad de la actividad económica, en especial la de las inversiones, representa cerca del 75 por ciento de la desaceleración del volumen comercial mundial desde 2012, debido a un estancamiento de la liberalización comercial, así como por el proteccionismo y la lenta dispersión de la producción transfronteriza.