Imagen cedida por la Presidencia de Chile, de la presidenta chilena Michelle Bachelet, pronunciando un discurso después de votar durante las elecciones municipales 2016, en la ciudad de Santiago, Chile, el 23 de octubre de 2016. El domingo los chilenos eligen a alcaldes de las 346 comunas (distritos) en que se divide administrativamente el país. (Xinhua/Alex Ibáñez/Presidencia de Chile)
Esta elección está marcada por un error en el censo electoral que puede afectar a casi medio millón de votantes, y el Servel ha reconocido el error en el padrón electoral y los cambios de domicilio electoral sin autorización de los electores.
Según datos oficiales, más de 14,1 millones de personas están habilitadas para sufragar y elegir a 345 alcaldes y 2.240 concejales en 2.099 locales de votación en todo el país, que se encuentran custodiados por las Fuerzas Armadas.
La principal preocupación del gobierno y los partidos políticos es una probable masiva abstención porque el voto es voluntario.
En 2012, se realizó la primera elección municipal con la modalidad del voto voluntaria y la abstención se acercó al 60 por ciento, proporción que poco varió en las presidenciales y parlamentarias de fines del año 2013.
Con la nueva ley electoral, estos comicios se realizan con estrictas reglas sobre propaganda electoral y financiación de las campañas, con fuertes multas a candidatos que coloquen grandes carteles en las calles o realicen bulliciosas caravanas de vehículos de los candidatos, obligándolos a recorrer los barrios para pedir su voto a los chilenos.
De acuerdo con los sondeos de opinión, los casos de corrupción y financiación ilegal de campañas políticas en los comicios del 2013 siguen afectando la confianza ciudadana hacia las instituciones, tanto hacia el gobierno como también a los partidos políticos.
