RIO DE JANEIRO, 17 oct (Xinhua) -- El gobierno regional de Roraima (norte de Brasil y limítrofe con Venezuela y Guyana) pidió hoy ayuda al gobierno federal para poder hacer frente a la ola de inmigrantes venezolanos llegados a la frontera que divide ambos países.
En declaraciones a la prensa, la gobernadora de Roraima, Suely Campos, aseguró que el gobierno regional necesita ayuda para poder ofrecer servicios y solventar los problemas sociales causados por los miles de inmigrantes que cruzaron la frontera en los últimos meses, debido a la crisis que vive Venezuela.
El gobierno de Roraima anunció la creación de un gabinete de crisis para hacer frente al problema. Varios de los inmigrantes han causado problemas debido a que pasaron a hacer contrabando y traficar con drogas.
Campos viajará este martes a Brasilia para exponer el asunto al ministro de Jusiticia, Alexandre de Moraes. "Es necesario que nos pongamos de acuerdo para intentar resolver los problemas creados o agravados por esa inmigración. Se trata de algo importante para la calidad de vida de los dos pueblos", explicó la gobernadora.
El Gobierno brasileño aseguró que en lo que va de año, al menos 1.805 venezolanos pidieron refugio en Brasil entrando por la frontera de Roraima, cifra muy superior a la de los años anteriores.
Además, se calcula que unos 30.000 venezolanos cruzaron la frontera en los últimos meses para entrar a Roraima y comprar comida y otros suministros, debido a la crisis de desabastecimiento en su país, aunque la mayoría de ellos han regresado a sus ciudades de origen.
Campos dijo que las autoridades del pequeño estado aumentaron los gastos para ofrecerles servicios de salud y educación a los inmigrantes venezolanos y necesita compartir esos gastos con el Gobierno federal de Brasil.
Como ejemplo, puso el aumento del 400 por ciento en el número de venezolanos atendidos en el principal hospital público de Pacaraima, la ciudad fronteriza, con lo que hay más venezolanos que brasileños siendo atendidos, mientras que el número de venezolanos matriculados en las escuelas públicas de Roraima saltó desde 248 el año pasado hasta 999 en 2016.
"El poder público tiene la obligación de garantizarle a los nacionales y a los extranjeros el respeto de su dignidad y es pensando en eso que estamos buscando todas las alternativas para darle una acogida digna a esas personas", dijo Campos.