MANILA, 11 oct (Xinhua) -- El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, elogió el martes a China por contribuir a la guerra que su administración mantiene contra las drogas ilícitas a través de la construcción de un centro de rehabilitación con capacidad para 1.600 drogodependientes.
"China ofreció ayudar. Está a punto de completarse", anunció Duterte durante una ceremonia de juramento en el palacio presidencial de Malacanang.
Explicó que la nueva instalación, que describió como "de estilo apartamentos, similar a un condominio", se está construyendo en una reserva del Ejército filipino en Nueva Ecija, al norte de Manila.
Precisó que se trata de un centro de rehabilitación protegido que, según se espera, servirá para descongestionar las abarrotadas prisiones del país.
El centro se ubica en el llamado Fuerte Ramón Magsaysay, la mayor reserva militar en Filipinas y una de las zonas de entrenamiento principales de las fuerzas armadas del país.
Duterte, que está llevando a cabo una guerra contra "la narcopolítica" en Filipinas, donde asegura que unos cuatro millones de personas están metidas en el mundo de las drogas ilegales, ha reiterado que su país carece de presupuesto para construir centros de rehabilitación para los drogadictos.