Para adornar la plaza flanqueada por el Palacio Nacional, la Catedral Metropolitana y el Palacio del Ayuntamiento, más de 4.000 efectivos situados en gradas dieron vida a coloridos mosaicos móviles que igual representaban momentos de la guerra de Independencia que la bandera nacional o insignias militares.
Desde el balcón central de Palacio Nacional, en el este de la plaza, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, siguió el desfile acompañado, como marca el protocolo, por los secretarios de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, y de la Marina, Vidal Francisco Soberón.
Pero también se hizo acompañar por niños destacados del sexto grado de escuelas primarias del país que, vestidos en su uniforme escolar, saludaban a la tropa que desfilaba debajo del balcón y se tomaban "selfies" (fotografías con teléfono celular) con el mandatario y su esposa, Angélica Rivera.
"Es una experiencia inolvidable estar en el balcón presidencial, súper bonito. Siento orgullo por mi país", expresó una de las pequeñas entrevistada por las cámaras responsables de la transmisión.