PIONERO
El exitoso lanzamiento del Tiangong-2, junto con el primer vuelo de la nueva generación del cohete chino Gran Marcha-7 en junio, es un buen presagio para la fase final del programa espacial tripulado de tres etapas de China.
La primera etapa consistente en enviar un astronauta al espacio y regresarlo a salvo, se cumplió con el astronauta Yang Liwei en la misión del Shenzhou-5 en 2003.
La segunda etapa es el desarrollo de técnicas y tecnologías avanzadas de vuelo espacial, incluyendo actividad extravehicular y acoplamiento orbital. Esta fase también incluye el lanzamiento de dos laboratorios espaciales, efectivamente miniestaciones espaciales que pueden estar tripuladas de manera temporal.
Finalmente, la tercera etapa, será ensamblar y operar una estación espacial tripulada permanente.
Se espera que la estación espacial esté integrada por tres partes: un módulo central adjunto a dos laboratorios espaciales, cada uno con un peso de aproximadamente 20 toneladas.
El ingeniero en jefe del programa espacial tripulado de China, Zhou Jianping, señaló que un importante objetivo del Tiangong-2 es verificar la tecnología involucrada en la construcción de la estación espacial.
"Tiene la capacidad tecnológica básica de una estación espacial", señaló Zhou.
"Una vez que concluya la misión del laboratorio espacial, China empezará a construir nuestra propia estación espacial", declaró, y agregó que esto podría empezar en 2017.
Se tiene planeado que la construcción de la estación espacial concluya alrededor del año 2020.
El laboratorio entrará en servicio alrededor del año 2022, con una vida diseñada inicial de al menos 10 años, dijo Zhu Zongpeng a Xinhua. Para ese entonces, los astronautas podrían estar estacionados en órbita para misiones que duren más de un año, agregó Zhu.