"El cohete Gran Marcha-5 representa un hito en la mejora de los cohetes portadores del país, ha ampliado el diámetro de los cohetes de combustible líquido de 3,35 a cinco metros y mejorará las capacidades de entrada en el espacio en 2,5 veces", precisó el subdirector de la Administración Estatal de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional, Wu Yanhua.
En lugar de propulsores altamente tóxicos, el cohete utiliza oxígeno líquido, hidrógeno líquido y queroseno con oxígeno líquido como combustible, por lo que es más respetuoso con el medio ambiente. Sus motores pueden producir un impulso de más de 1.000 toneladas al despegar.
Los investigadores han tardado 16 años en desarrollar el cohete, después de casi 7.000 pruebas. Fue desarrollado por la Academia de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento de China, dependiente de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China.
Completado en 2014, el centro de lanzamiento de Wenchang es el cuarto de este tipo en China. Con el emplazamiento más cercano al ecuador, Wenchang cuenta con considerables ventajas debido a su latitud. Los satélites lanzados cerca del ecuador tienen una vida útil más larga, ya que tienen un recorrido más corto para llegar a la órbita geoestacionaria y, por lo tanto, ahorran combustible.