Voz de China: Seúl patina sobre hielo delgado con plan de THAAD

Actualizado 2016-08-03 02:28:18 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 2 ago (Xinhua) -- El despliegue del controvertido sistema antimisiles THAAD en la península coreana está incrementando las preocupaciones en la vecina China, donde han surgido preocupaciones de que se esté gestando una nueva Guerra Fría.

Pero no hay que equivocarse. No se trata de miedo al escudo antimisiles estadounidense lo que provoca las preocupaciones, pues China jamás ha aceptado, y jamás lo hará, las amenazas que infringen su seguridad nacional.

La República de Corea anunció el mes pasado planes para el despliegue a fines del año próximo de una batería THAAD en el distrito Seongju, a 300 kilómetros (km) al suroeste de Seúl.

Washington sostiene que el THAAD puede ayudar a defender a la República de Corea de potenciales amenazas a la seguridad provenientes de su vecina, la República Popular Democrática de Corea (RPDC).

Pero el escudo antimisiles está diseñado para interceptar misiles balísticos intercontinentales a altitudes relativamente elevadas, mientras que la RPDC sólo necesita cohetes de corto alcance y armas convencionales para lanzar ataques contra su vecino del sur. Tan sólo esto convierte al THAAD en un elemento disuasivo completamente ineficaz.

Asimismo, el THAAD tiene un alcance de 200 km para interceptar misiles, sin embargo, va a ser desplegado a 300 km al sureste de Seúl, lejos de la frontera con la RPDC. Esto significa que la capital y las áreas circundantes, la región más poblada del país, no estarán protegidas.

Una vez más, esto demuestra claramente que existe una agenda oculta detrás del THAAD, una instalación que apenas cubre a Seúl, pero que extiende su alcance a China y al Lejano Oriente de Rusia.

Con su radar de banda X, que domina un área que se extiende a más de 1.200 millas de la península, el THAAD puede ser utilizado para recabar datos de radar de ojivas y señuelos de misiles estratégicos de China y Rusia, mediante la vigilancia de sus experimentos. Eso permitiría a Estados Unidos neutralizar los elementos disuasivos nucleares de China y de Rusia y poner su seguridad nacional en riesgo.

Esta demostración de fuerza, cuyos hilos son controlados por Washington, el cual ha pregonado durante años la falacia de la amenaza china, está generando amenazas reales y estratégicas al umbral de China.

No obstante, aquellos que deseen asustar a China quedarán muy decepcionados, pues China jamás se ha postrado, ni lo hará nunca, ante las amenazas de seguridad externas.

Por medio del despliegue de este sistema de armas, que supera por mucho las necesidades de defensa de la península coreana, la República de Corea está patinando sobre una capa de hielo muy delgada al ayudar a Estados Unidos a comprometer los intereses de seguridad legítimos de China.

También está desestabilizando el equilibrio estratégico, así como la estabilidad de la región, lo que supuestamente es su prioridad.

Seúl debe despertar y percatarse de que China jamás ha sido una fuente de tensión e inestabilidad regionales, y su filosofía diplomática vecinal de amistad, sinceridad, beneficio mutuo e inclusión, no debe justificar esquemas que debiliten la seguridad nacional del país.

Seúl debe darse cuenta también de que la amistad y la buena voluntad entre vecinos, y no un puñado de armas de alta tecnología, es lo que constituye un verdadero escudo de paz y estabilidad regionales.

 

 
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Voz de China: Seúl patina sobre hielo delgado con plan de THAAD

Spanish.xinhuanet.com 2016-08-03 02:28:18

BEIJING, 2 ago (Xinhua) -- El despliegue del controvertido sistema antimisiles THAAD en la península coreana está incrementando las preocupaciones en la vecina China, donde han surgido preocupaciones de que se esté gestando una nueva Guerra Fría.

Pero no hay que equivocarse. No se trata de miedo al escudo antimisiles estadounidense lo que provoca las preocupaciones, pues China jamás ha aceptado, y jamás lo hará, las amenazas que infringen su seguridad nacional.

La República de Corea anunció el mes pasado planes para el despliegue a fines del año próximo de una batería THAAD en el distrito Seongju, a 300 kilómetros (km) al suroeste de Seúl.

Washington sostiene que el THAAD puede ayudar a defender a la República de Corea de potenciales amenazas a la seguridad provenientes de su vecina, la República Popular Democrática de Corea (RPDC).

Pero el escudo antimisiles está diseñado para interceptar misiles balísticos intercontinentales a altitudes relativamente elevadas, mientras que la RPDC sólo necesita cohetes de corto alcance y armas convencionales para lanzar ataques contra su vecino del sur. Tan sólo esto convierte al THAAD en un elemento disuasivo completamente ineficaz.

Asimismo, el THAAD tiene un alcance de 200 km para interceptar misiles, sin embargo, va a ser desplegado a 300 km al sureste de Seúl, lejos de la frontera con la RPDC. Esto significa que la capital y las áreas circundantes, la región más poblada del país, no estarán protegidas.

Una vez más, esto demuestra claramente que existe una agenda oculta detrás del THAAD, una instalación que apenas cubre a Seúl, pero que extiende su alcance a China y al Lejano Oriente de Rusia.

Con su radar de banda X, que domina un área que se extiende a más de 1.200 millas de la península, el THAAD puede ser utilizado para recabar datos de radar de ojivas y señuelos de misiles estratégicos de China y Rusia, mediante la vigilancia de sus experimentos. Eso permitiría a Estados Unidos neutralizar los elementos disuasivos nucleares de China y de Rusia y poner su seguridad nacional en riesgo.

Esta demostración de fuerza, cuyos hilos son controlados por Washington, el cual ha pregonado durante años la falacia de la amenaza china, está generando amenazas reales y estratégicas al umbral de China.

No obstante, aquellos que deseen asustar a China quedarán muy decepcionados, pues China jamás se ha postrado, ni lo hará nunca, ante las amenazas de seguridad externas.

Por medio del despliegue de este sistema de armas, que supera por mucho las necesidades de defensa de la península coreana, la República de Corea está patinando sobre una capa de hielo muy delgada al ayudar a Estados Unidos a comprometer los intereses de seguridad legítimos de China.

También está desestabilizando el equilibrio estratégico, así como la estabilidad de la región, lo que supuestamente es su prioridad.

Seúl debe despertar y percatarse de que China jamás ha sido una fuente de tensión e inestabilidad regionales, y su filosofía diplomática vecinal de amistad, sinceridad, beneficio mutuo e inclusión, no debe justificar esquemas que debiliten la seguridad nacional del país.

Seúl debe darse cuenta también de que la amistad y la buena voluntad entre vecinos, y no un puñado de armas de alta tecnología, es lo que constituye un verdadero escudo de paz y estabilidad regionales.

 

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