COMENTARIO: Despliegue de THAAD alinea a Seúl con EEUU y envenena estabilidad regional

Spanish.xinhuanet.com   2016-08-01 22:24:12

BEIJING, 1 ago (Xinhua) -- Al desplegar el sistema antimisiles THAAD en la República de Corea, Washington no sólo logra la alineación de Seúl sino que también presenta la posibilidad de una nueva Guerra Fría en el noreste de Asia, en detrimento de la paz y estabilidad regionales.

Para los políticos de línea dura en Washington, el despliegue del THAAD en la península coreana es una victoria gradual para sus esfuerzos de forjar una versión asiática de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pues el sistema THAAD en la República de Corea se puede integrar a los ya instalados en las bases militares estadounidenses en Japón y en la isla de Guam.

En la República de Corea, el acuerdo con Washington es considerado ampliamente como un daño grave a la confianza política mutua de los surcoreanos con sus vecinos y una invitación a sanciones económicas que Seúl no puede asumir.

Además, el despliegue ha provocado la ira pública contra la presidenta de la República de Corea, Park Geun-hye, y su administración en el país, lo que hizo caer el apoyo público a su nivel más bajo en la historia. Una encuesta realizada la semana pasada por los medios de comunicación locales muestra que su índice de popularidad entre los jóvenes veinteañeros cayó por debajo del 10 por ciento.

Por otro lado, el despliegue también intensificará la confrontación entre las dos Coreas, pues Pyongyang podría sentirse provocada por la inseguridad estratégica y seguir con el desarrollo de misiles o hasta de armas nucleares prohibidas.

Además, como el radar de banda X estadounidense dirige la vigilancia de un área que se extiende sobre 1.200 millas (1.900 kilómetros) de la península, Estados Unidos puede espiar casi la mitad del territorio de China y la parte sur del Lejano Oriente de Rusia, lo que pone en peligro la seguridad nacional de China y Rusia.

Para agravar la situación, la miopía y decisión impulsiva de Seúl también rompen el equilibrio estratégico en el noreste de Asia. Algunos analistas sostienen que esto obligará a Beijing y a Moscú a adoptar contramedidas estratégicas.

Esta situación significa que se mantiene la posibilidad de una nueva ronda de carrera armamentista y, al final, una nueva Guerra Fría, que infligirán dolores insoportables a la península coreana y la alejará del sueño de la reunificación.

Por todo eso, al aceptar el despliegue del THAAD, la República de Corea ha puesto el carro frente el caballo en su búsqueda de seguridad nacional.

Ante la presencia continua del espectro de la Guerra Fría, es aconsejable que Seúl piense cuidadosamente antes de continuar con el despliegue, que sólo la convertirá en una ofrenda para el apetito insaciable de Washington de hegemonía y de supremacía militar.

Noticias Relacionadas
  
FOTOS  >>
VIDEO  >>
  TEMAS ESPECIALES  >>
THAAD
MAR MERIDIONAL
Xinhuanet

COMENTARIO: Despliegue de THAAD alinea a Seúl con EEUU y envenena estabilidad regional

Spanish.xinhuanet.com 2016-08-01 22:24:12

BEIJING, 1 ago (Xinhua) -- Al desplegar el sistema antimisiles THAAD en la República de Corea, Washington no sólo logra la alineación de Seúl sino que también presenta la posibilidad de una nueva Guerra Fría en el noreste de Asia, en detrimento de la paz y estabilidad regionales.

Para los políticos de línea dura en Washington, el despliegue del THAAD en la península coreana es una victoria gradual para sus esfuerzos de forjar una versión asiática de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pues el sistema THAAD en la República de Corea se puede integrar a los ya instalados en las bases militares estadounidenses en Japón y en la isla de Guam.

En la República de Corea, el acuerdo con Washington es considerado ampliamente como un daño grave a la confianza política mutua de los surcoreanos con sus vecinos y una invitación a sanciones económicas que Seúl no puede asumir.

Además, el despliegue ha provocado la ira pública contra la presidenta de la República de Corea, Park Geun-hye, y su administración en el país, lo que hizo caer el apoyo público a su nivel más bajo en la historia. Una encuesta realizada la semana pasada por los medios de comunicación locales muestra que su índice de popularidad entre los jóvenes veinteañeros cayó por debajo del 10 por ciento.

Por otro lado, el despliegue también intensificará la confrontación entre las dos Coreas, pues Pyongyang podría sentirse provocada por la inseguridad estratégica y seguir con el desarrollo de misiles o hasta de armas nucleares prohibidas.

Además, como el radar de banda X estadounidense dirige la vigilancia de un área que se extiende sobre 1.200 millas (1.900 kilómetros) de la península, Estados Unidos puede espiar casi la mitad del territorio de China y la parte sur del Lejano Oriente de Rusia, lo que pone en peligro la seguridad nacional de China y Rusia.

Para agravar la situación, la miopía y decisión impulsiva de Seúl también rompen el equilibrio estratégico en el noreste de Asia. Algunos analistas sostienen que esto obligará a Beijing y a Moscú a adoptar contramedidas estratégicas.

Esta situación significa que se mantiene la posibilidad de una nueva ronda de carrera armamentista y, al final, una nueva Guerra Fría, que infligirán dolores insoportables a la península coreana y la alejará del sueño de la reunificación.

Por todo eso, al aceptar el despliegue del THAAD, la República de Corea ha puesto el carro frente el caballo en su búsqueda de seguridad nacional.

Ante la presencia continua del espectro de la Guerra Fría, es aconsejable que Seúl piense cuidadosamente antes de continuar con el despliegue, que sólo la convertirá en una ofrenda para el apetito insaciable de Washington de hegemonía y de supremacía militar.

010020070760000000000000011100001355558821