Por Chen Jipeng
BEIJING, 26 may (Xinhua) -- El largo y misterioso periodo de bajo crecimiento del comercio global, ininterrumpido desde la crisis financiera de 2008, se incluirá en la agenda de la Cumbre del G20 de este año.
Con la ronda de Doha todavía en un punto muerto, los expertos esperan que, cuando en septiembre se reúnan en la ciudad china de Hangzhou, los responsables políticos del G20 busquen progresos en ciertos segmentos del comercio.
"No va a ser fácil. Pero si no avanzas, entonces la alternativa, desde mi perspectiva, no es particularmente prometedora, en especial cuando tienes ralentizaciones globales", explicó la directora ejecutiva de la consultora de Singapur Asian Trade Center, Deborah Elms.
El crecimiento del comercio global ha sido prácticamente el mismo que el del producto interior bruto (PIB) en el periodo postcrisis, cuando antes de la crisis doblaba, aproximadamente, la expansión del PIB. La Organización Mundial del Comercio (OMC) espera que el crecimiento del comercio global continúe a un débil 2,8 por ciento, el quinto año consecutivo de crecimiento inferior al 3 por ciento.
Los expertos han puesto sobre la mesa diferentes explicaciones, citando tanto factores cíclicos como estructurales, sin embargo, siguen sin ser convincentes.
"Es misterioso. No tenemos un claro entendimiento de qué está pasando en realidad", admite Elms.
El destacado miembro del Instituto de Economía y Política Mundial de la Academia de Ciencias Sociales de China Song Hong señala que el declive se debe, en gran parte, a la desaceleración de la globalización, explicada por dos factores.
El primero es la ralentización de la inversión y el comercio exterior, en un contexto en el que los Gobiernos de muchos países han tendido a centrarse, en el periodo posterior a la crisis, en el empleo local.
El segundo y más importante cambio estructural, argumenta, es la ralentización en el proceso globalizador caracterizado por el papel de China como el vínculo central en la cadena de fabricación global, después de que ese proceso haya alcanzado un nivel bastante avanzado.
Elms esgrime que el proteccionismo es una de las explicaciones. También lo es la ralentización de los mayores mercados de consumo del mundo y el hecho de que algunas empresas estén llevando la producción más cerca de sus mercados finales. Sin embargo, la experta opina estos argumentos siguen sin explicar por completo la ralentización.
En cualquier caso, los expertos concuerdan en que la inacción es dañina y que es importante que el G20, el grupo de principales economías del mundo más representativo, dé un paso adelante con una agenda proactiva.
La OMC aseguró que sus miembros pueden tomar una serie de medidas para utilizar el comercio para elevar el crecimiento económico global, "desde revertir las medidas de restricciones comercial hasta implementar el Acuerdo de Facilicitación del Comercio de la OMC".
China, que preside las reuniones del G20 de este año, ha abogado por realizar esfuerzos para combatir el proteccionismo. En especial, se ha comprometido a no devaluar el yuan para estimular las exportaciones.
A pesar de los desafíos, muchos se mantienen optimistas en relación al comercio global. La OMC dijo que el largo periodo de crecimiento del comercio lento pero positivo no debe exagerarse, y apuntó que entre 1980 y 1985 se produjo una tasa de crecimiento igualmente baja. También destacó que las ventas de automóviles, una señal temprana de los decrecimientos comerciales, han seguido creciendo a un buen ritmo en las economías desarrolladas.
La actualización económica de China podría ser un nuevo punto de crecimiento, considera Song, dado que está previsto que las industrias intensivas en puestos de trabajo se vayan de China al tiempo que la demanda se mantiene en el país, generando, así, un crecimiento potencial para el futuro.