BEIJING, 1 may (Xinhua) -- Con el mundo enfrentando a nuevos y duros retos económicos en 2016, los expertos prevén que la cumbre anual del Grupo de los 20 (G20), que se celebra en septiembre en la ciudad china de Hangzhou, desempeñará un papel esencial en el crecimiento global y la mejora de la gobernanza económica mundial.
LOS RETOS DE LA ECONOMIA MUNDIAL
Las políticas de flexibilización monetaria aplicadas por algunos países occidentales en los últimos años han estancado tanto sus reformas como su crecimiento económico.
Italia, uno de los miebros del G20, está azotada este año por nuevos y viejos problemas, como el lento crecimiento, la pesada deuda (2,3 billones de euros o 2,6 billones de dólares), altas tasas de desempleo (12 por ciento en 2015 frente al 8,4 de 2010) y una gran crisis en el sector bancario.
Entre tanto, el desarrollo de Reino Unido y Alemania se está viendo dificultado por sus respectivos problemas políticos y sociales.
Reino Unido celebrará un referendo para decidir si continúa o no en la Unión Europea (UE), una consulta popular cuyo resultado incierto socava la confianza en el crecimiento económico británico y también europeo.
En Alemania, la crisis de los refugiados se ha convertido en el problema más duro que afronta el crecimiento económico y, según han dicho algunos analistas, el desarrollo germano sufrirá un nuevo retroceso si el problema no se soluciona de forma apropiada.
Por su parte, la economía de EEUU, miembro clave del G20, se está recuperando, pero esto no beneficia a todos los estadounidenses. Los ingresos medios han descendido y la brecha entre pobres y ricos se está ensanchando.
Según las estadísticas, los ingresos reales en los hogares estadounidenses han caído en los últimos 15 años y la tasa de participación en la fuerza laboral ha llegado, en las décadas pasadas, a sus cifras históricas más bajas. Algunos expertos opinan que el crecimiento sustentable de la economía de EEUU no está garantizado.
Por lo que respecta al mundo en desarrollo, algunos miembros del G20 están sufriendo una disminución en sus importaciones y un contracción del sector manufacturero, debido a factores históricos o a la ralentización económica. La presión devaluadora sobre sus monedas crece en medio de la anticipada subida de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU.
Argentina, por ejemplo, se enfrenta a esa presión al caer sus reservas extranjeras debido a la bajada de los precios de las materias primas en el mercado. Además, como es típico en los países en desarrollo, está también experimentando un incremento del déficit fiscal y un aumento de la inflación debido a sus políticas fiscales y de suministro monetario expansivas.
Además, la peor recesión económica que ha vivido el vecino Brasil en los últimos 25 años ha tenido también un impacto en la economía de Argentina.
Según el economista argentino Gustavo Girado, la mayoría de los países en desarrollo necesitan inversión y financiamiento para compensar el desequilibrio comercial. Por eso, asegura, la cumbre del G20 debería analizar cómo establecer un mecanismo multilateral más efectivo y amplio para que los países en desarrollo puedan resistir los riesgos financieros.
G20 PUEDE AYUDAR A MEJORAR GOBERNANZA ECONOMICA MUNDIAL
Al enfrentar los múltiples desafíos, la comunidad internacional debe promover reformas estructurales y fortalecer la gobernanza económica global para cambiar la perspectiva del crecimiento económico. En este sentido, el G20 puede contribuir equilibrando los beneficios y peticiones de las diferentes partes, indican varios expertos.
A juicio de Girado, aunque todos los países reconocen la importancia de impulsar la recuperación económica global, cada uno tiene sus propios intereses y opiniones diferentes sobre la economía mundial.
Por eso, cada vez les resulta más difícil adoptar acciones comunes, algo que implica una coordinación de las políticas de comercio e inversión, añade.
Entre tanto, expertos franceses han dicho que todos los países pueden cooperar ampliamente en el marco del G20, lidiando de manera conjunta con las evasiones fiscales transnacionales a fin de reducir las pérdidas de las finanzas públicas y los riesgos de ataques terroristas.
Bhima Yudhistira Adhinegara, investigador del Instituto de Desarrollo Económico y Financiero de Indonesia, señala que el G20 puede ayudar a avanzar en la cooperación comercial global. Indonesia, afirmó, espera que el grupo pueda impulsar una solución a las barreras comerciales.
El G20 debe procurar una política económica común para ayudar a resolver los problemas económicos de todos sus miembros, subraya Adhinegara.
LA ESPERADA CUMBRE DE HANGZHOU
Expertos tanto chinos como extranjeros consideran que la cumbre del G20 en Hangzhou generará importantes resultados, al ser China un motor clave del crecimiento económico global, participante en la gobernanza económica mundial y constructora del orden económico internacional.
Varios especialistas anticipan que la cumbre se centrará en los temas esenciales de la economía y las finanzas mundiales, ayudará al G20 ser un mecanismo de gobernanza a largo plazo en lugar de sólo proporcionar respuestas a las crisis y hará nuevas contribuciones a impulsar y mejorar el crecimiento económico mundial.
Abraham Vergara Contreras, profesor de la Unversidad Iberoaméricana de México, dijo a Xinhua que el gran reto de la economía mundial hoy en día es la falta de confianza en su recuperación y que la cumbre de Hangzhou será una rara oportunidad para que los líderes mundiales analicen cómo recobrar esa confianza.