RIO DE JANEIRO, 20 may (Xinhua) -- La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, recibió hoy el calor de simpatizantes suyos en su ciudad natal, Belo Horizonte (capital regional de Minas Gerais, sureste del país), ante los que pidió "resistir" para evitar que la democracia "sea herida".
Cerca de un millar de activistas y simpatizantes de Rousseff y el Partido de los Trabajadores (PT) se concentraron en el centro de Belo Horizonte, con carteles de apoyo a la mandataria como "Volta Dilma" (vuelve Dilma) y "Fica Dilma" (quédese Dilma), en el primer acto en público de la presidenta desde que fue apartada del cargo el pasado día 12 de mayo.
"Les agradezco el cariño. Podemos estar seguros que resistiremos. No vamos a dejar que la democracia sea herida", declaró Rousseff ante la multitud, que protestó además contra el presidente interino, Michel Temer.
"Les agradezco por esa energía y por eso quiero decirles que muchas gracias, queridos", continuó Rousseff, antes de participar en un encuentro con blogueros y los llamados "activistas digitales".
La presidenta fue apartada del cargo durante 180 días, acusada de irregularidades fiscales y que ahora será juzgada por el Senado, que podría destituirla.
Su sustituto, el vicepresidente Michel Temer, acabaría el mandato, que vence el 1 de enero de 2019, si Rousseff es finalmente destituida del cargo.
Los simpatizantes, tras mostrarle su apoyo a Rousseff, se dirigieron luego hasta la sede de la Fundación Nacional del Arte (Funarte), órgano del extinto Ministerio de Cultura y ocupada desde el último domingo por artistas que se manifiestan en contra de la pérdida de estatus de ministerio del área de la Cultura, que pasó con el Gobierno de Temer a ser una secretaría subordinada a la cartera de Educación.