BRASILIA, 20 may (Xinhua) -- El gobierno interino de Michel Temer fijó hoy un techo para el déficit fiscal primario en 2016, de 170.500 millones de reales (unos 48.440 millones de dólares), que de confirmarse será el peor resultado en la historia.
La meta fue anunciada por los ministros de Hacienda, Henrique Meirelles, y de Planeamiento, Romero Jucá, quienes dijeron que el objetivo del gobierno es que sea votada por el Congreso el próximo martes 24.
El déficit propuesto, que no incluye el pago de intereses de deuda, supera ampliamente al que había sido definido por el gobierno de la presidente suspendida Dilma Rousseff, que alcanzaba los 96.600 millones de reales (unos 27.000 millones de dólares).
De acuerdo con Meirelles, la meta fiscal fue definida con "parámetros realistas", similares a los utilizados por el mercado financiero.
"Hay ingresos que dependen de la aprobación legislativa. Existen grandes márgenes de incertidumbre. Por ejemplo, la cuestión de la regulación de los capitales en el exterior, principalmente, la llamada repatriación de capitales", explicó.
El ministro dijo que, por otro lado, existe la renegociación de la deuda de los estados, pagos de pasivos y gastos.
Jucá justificó la gran diferencia con relación al déficit propuesto por el gobierno Rousseff, al decir que el objetivo de las actuales autoridades es evitar pedir una revisión de la meta.
"La meta fiscal no es una novela para ser hecha en capítulos. Es para ser hecha en un solo lanzamiento. Vendrán acciones que apuntarán a la sociedad que la visión de este gobierno es diferente de la del otro gobierno porque no estamos ocultando la verdad", manifestó.
"Vamos a cambiar la verdad, con responsabilidad fiscal", agregó Jucá.
El ministro advirtió que si la meta propuesta no es aprobada, llevaría al gobierno a paralizar sus actividades.
La víspera, el gobierno informó que la recaudación tributaria entre enero y abril de este año fue la más baja para el período en seis años.
El ministro Meirelles encabeza un equipo económico de perfil liberal ortodoxo, que pone como prioridad para la recuperación económica el reequilibrio de las cuentas públicas, lo que supone un fuerte ajuste, con corte de gastos y posible aumento de impuestos.