RIO DE JANEIRO, 20 may (Xinhua) -- El nuevo presidente de la estatal Petróleo Brasileño S.A. (Petrobras), Pedro Parente, dijo que en su gestión al frente de la mayor empresa del país "no habrá indicaciones políticas", y prometió una "gestión estrictamente profesional".
En rueda de prensa la víspera por la noche tras ser designado por el presidente interino, Michel Temer, para conducir la petrolera, Parente dejó en claro que a partir de ahora "no habrá indicaciones políticas en Petrobras".
"Esto fue una indicación clara que el presidente Temer me pasó. Seré claro y taxativo con esto: no habrá indicación política, lo que facilitará la vida del Consejo de Administración y mi propia vida", expresó.
Petrobras se encuentra inmersa en un escándalo de corrupción en el que hay políticos, empresarios y altos cargos de la empresa implicados.
Ex ministro de la Presidencia durante el mandato de Fernando Henrique Cardosos (1995-2002), el nuevo presidente de Petrobras prometió una gestión profesional en la compañía.
"El presidente Temer expresó de una manera muy enfática que la gestión de Petrobras tiene que ser estrictamente profesional", señaló.
"Estamos hablando de la composición del Consejo de Administración, de la dirección ejecutiva, donde tenemos que observar las demandas que la empresa tiene para realizar las funciones", comentó.
Parente admitió que es "un gran honor" ser nombrado por Temer para presidir la mayor empresa del país, algo que no estaba en sus "planes", pero que el actual momento de Brasil es de "reconstruir el país" y por ello aceptó este "gran desafío".
A la espera de que el Consejo de Administración lo confirme en el cargo, Parente deberá reequilibrar las cuentas de la empresa, afectadas por la red de corrupción, donde se desviaron al menos 2.000 millones de dólares entre 2004 y 2014.
En 2015, Petrobras reconoció un balance negativo récord de 34.836 millones de reales (unos 10.000 millones de dólares), lastrada por su crisis interna y la caída del precio internacional del petróleo.
En el primer trimestre del año, la compañía registró un déficit de 1.200 millones de reales (unos 342 millones de dólares).
Petrobras ha iniciado una profunda reestructuración en su plantilla, eliminando hasta el 43 por ciento de los cargos de gerente.