BEIJING, 10 may (Xinhua) -- El ganador de la elección presidencial de Filipinas tendrá una oportunidad nueva de hallar una solución de ganar-ganar a los problemas de su país con China en el Mar Meridional de China.
Un cálculo parcial no oficial de los votos hasta las 02:00 hora local de hoy mostraba que el próximo presidente podría ser el alcalde de la ciudad de Davao, Rodrigo Duterte.
Entre varios desafíos que enfrentará el nuevo líder filipino, está el hallar una solución adecuada a las disputas del Mar Meridional de China. Es una oportunidad para abandonar las prácticas unilaterales de sus predecesores y llevar de nuevo el asunto a la mesa de negociaciones, lo que puede ser bueno para las relaciones chino-filipinas, en particular, y para la paz y estabilidad regional, en general.
Durante su campaña, Duterte no descartó conversaciones con China.
Al iniciar un arbitraje de manera unilateral respecto al Mar Meridional de China, Filipinas provocó problemas y agravó la situación. Los filipinos podrían haberse dado cuenta de que una confrontación intransigente no beneficiará a nadie.
Desde 1949, China ha solucionado los problemas fronterizos con 12 de sus 14 vecinos mediante las consultas. China y Vietnam han delineado los límites marítimos en el golfo de Beibu mediante negociaciones.
Es difícil pronosticar qué actitud asumirá el nuevo líder filipino y si los políticos filipinos acatarán sus promesas, pero la oportunidad de establecer un curso hacia una solución positiva y duradera no debe dejarse ir.
Como siempre, la puerta para el diálogo se mantiene abierta.