SHIJIAZHUANG, China, 18 abr (Xinhua) -- La floración de los albaricoques significa un incremento de los ingresos de Duan Jiujun porque el agricultor que vive a la sombra de la Gran Muralla no sólo recibe más visitantes en su casa de huéspedes, sino que también puede capturar espectaculares fotografías para vendérselas.
"En esta temporada de florecimiento que decora la Muralla, me gusta mostrar mi hermoso hogar al mundo", dice Duan, quien continúa cultivando maíz y trigo aún después de seguir a muchos chinos rurales que prestaron atención a los llamados del gobierno para explotar el turismo.
Con un costo de 300 yuanes (46 dólares) por una foto de 20 pulgadas y de 2.000 yuanes por un cartel gigante de pared, el agricultor de 48 años de edad vende sus obras a los turistas de todo el mundo.
Él vive en una pequeña aldea en el distrito de Luanping, en la provincia de Hebei, al pie del tramo Jinshanling de la Gran Muralla, a 130 kilómetros de Beijing. La edificación es conocida como una de las secciones mejor conservadas de la Muralla.
Desde que la Gran Muralla fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987, los visitantes llegan en masa a la aldea de Duan, Hualougou, lo que fomenta el turismo e inspira a los habitantes locales apasionados a la fotografía.
El comité del Partido Comunista de China (PCCh) en la aldea señala que hay un amante de la fotografía en casi la totalidad de los 550 hogares de Hualougou. Muchos, al igual que Duan, se han vuelto profesionales.
Duan era un trabajador migrante en Beijing, ganaba menos de 100 yuanes al mes hasta hace 20 años, cuando adaptó su casa para ofrecer hospedaje a turistas. También trabajaba como guía de medio tiempo.
"Guiaba a los fotógrafos, cargaba sus mochilas, y gradualmente me enamoré de la fotografía", recuerda.
Duan tomó por primera vez una cámara en el año 2002. Todos los rollos de película que ha tomado son demasiado pesados para sostenerlos, y las fotos digitales llenan 15 discos duros.
El fotógrafo expone su trabajo en la casa de huéspedes recibe cumplidos y vende fotos.
"Cuando saben que esas fotos fueron tomadas por un agricultor, los extranjeros se sorprenden" dice Duan.
Para mejorar sus habilidades, Duan ha buscado asesoría profesional de renombrados fotógrafos. Los estudios han dado fruto pues ha ganado decenas de premios de fotografía, incluidos eventos internacionales en Austria, Suiza y Grecia.
Nada de esto habría sido posible antes del desarrollo del área para el turismo. El "turismo cambió mi vida", sostiene Duan, quien recuerda cómo los caminos en Hualougou solían ser muy difíciles para los viajeros. Incluso los carruajes jalados por caballos corrían el riesgo de volcar.
Ahora, Duan gana 200.000 yuanes al año con su casa de huéspedes y la venta de fotografías, lo que representa 100 veces más que sus ingresos de hace 30 años.
Luanping tiene una población de 320.000 habitantes. El año pasado, recibió 270.000 turistas, con un ingreso total de 100 millones de yuanes.
"Registro con el corazón agradecido el cambio que ha tenido lugar en el área a través de mi trabajo", dijo Duan.