BEIJING, 9 abr (Xinhua) -- El intento de Japón de provocar tensiones respecto al Mar Meridional de China durante la reunión de ministros de relaciones exteriores del Grupo de los Siete (G7) que inicia el domingo cuenta con motivos ulteriores, señalaron expertos chinos que estudian a Japón.
La administración de Japón de Shinzo Abe ha estado tratando de colocar el tema del Mar Meridional de China como prioridad en la agenda de la próxima reunión de dos días en Hiroshima, a pesar de los temas apremiantes de combate al terrorismo y al radicalismo y la crisis de refugiados que preocupa a Europa y a Medio Oriente.
"Japón en los años recientes ha estado adaptándose a la estrategia de Estados Unidos de reequilibrarse hacia Asia Pacífico para crear un elemento disuasivo contra China", señaló a Xinhua el director del Centro de Estudios de Japón de la Universidad Jiaotong de Shanghai, Wang Shaopu.
Para ese fin, Japón ha adoptado una serie de acciones domésticas que incluyen levantar el veto sobre el llamado derecho "de autodefensa colectiva", y se ha entrometido en el Mar Meridional de China en un intento de ganar más influencia sobre China, indicó Wang.
Por otro lado, exagerar el tema en la plataforma del G7 es también un intento de Japón de sembrar discordia entre China y los principales países europeos, agregó el experto.
La administración Abe ha usado las reuniones previas del G7 para hacer campaña con las potencias de Occidente para contener de manera conjunta a China.
El bloque emitió en abril del año pasado una declaración sin precedentes respecto al Mar Oriental y el Mar Meridional de China luego de una reunión de ministros de relaciones exteriores en Alemania.
Aunque las declaraciones del G7 no son legalmente vinculatorias, el gobierno japonés cree que puede provocar la preocupación mundial y forjar la percepción de que la comunidad internacional apoya a Japón en esos temas frente a China, dijo el investigador de Japón de la Universidad de Defensa Nacional de China, Sun Shaohong.
Sun indicó que Japón tiene por objetivo complicar la situación en el Mar Meridional de China y convertirla en un asunto internacional.
La administración de Abe busca también ganar el apoyo internacional y nacional para la revisión de este año de su constitución que permita al país declarar la guerra, agregó Wang.
El viernes, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, advirtió a las "partes correspondientes" no abordar las disputas, incluidas las controversias territoriales, en la cumbre del G7.
Si algunos países deliberadamente abordan cuestiones históricas o hasta la soberanía territorial durante la cumbre del G7, dañará la estabilidad regional, en lugar de ayudar a solucionar las disputas, lo que evidentemente es indeseable, expresó el ministro chino.