WASHINGTON, 3 abr (Xinhua) -- El multimillonario Donald Trump y Bernie Sanders, quien se autodescribe como un socialista demócrata, pueden estar en extremos completamente opuestos del espectro político de Estados Unidos, pero tienen un factor crucial en común: ambos apelan a los millones de estadounidenses que quedaron rezagados en una economía que nunca se ha recuperado del todo de la crisis del 2008.
Tanto Trump como Sanders han sorprendido a los analistas, comentaristas y futurólogos políticos en Washington, quienes originalmente esperaban que los dos hombres desaparecieran con rapidez de la contienda presidencial del 2016.
Pero de hecho ha ocurrido lo contrario. Trump se ha convertido en el favorito en el partido republicano y Sanders continúa siendo un desafío impresionante para la puntera demócrata, Hillary Clinton.
Aunque un candidato es un populista que se inclina a la derecha y el otro se encuentra lejos a la izquierda, Trump y Sanders son personalidades que se oponen a lo establecido y que apelan a millones de estadounidenses que continúan sintiendo los efectos de la recesión económica de 2008.
Para estos electores, ni el gobierno republicano ni el demócrata los han ayudado a lograr sus objetivos en los siete años pasados de esfuerzos.
El estratega republicano Ford O' Connell dijo que existe un desencanto no sólo en el Partido Republicano, que ha fascinado a los medios estadounidenses, sino también en el Partido Demócrata.
"Si los medios no estuvieran tan preocupados con el circo republicano, en realidad estarían revelando la creciente división en la izquierda", comentó el estratega. La popularidad de Sanders muestra el alto nivel de decepción de los electores demócratas con la élite de Washington.
Dan Mahaffee, un analista del Centro para el Estudio de la Presidencia y el Congreso, dijo a Xinhua que existe un número considerable de individuos sin apego en la izquierda y que la popularidad de Sanders refleja eso.
Aunque aún existen más probabilidades de que Clinton gane la nominación de su partido, la popularidad de Sanders muestra que los electores demócratas están sumamente insatisfechos con la élite de Washington, coinciden los expertos.
De hecho, muchos en la izquierda ven a Clinton como una candidata, que de ser elegida, simplemente mantendrá el statu quo, el cual no los ha satisfecho económicamente en los siete años de la peor recesión económica desde la Gran Depresión.
En muchas formas, la recesión económica de 2008 que sacudió a la economía global nunca ha terminado.
Aunque la tasa de desempleo oficial es de 4,9 por ciento, los críticos dicen que la cifra está llena de vacíos. Por ejemplo, si un científico desempleado limpia el césped de su vecindario durante un día y reúne unos cuantos dólares, es considerado empleado en esa semana por los estadísticos gubernamentales.
Además, la tasa sólo mide a quienes buscan trabajo activamente y no incluyen a los millones que han renunciado a hacerlo por simple frustración ante las malas perspectivas de empleo.
El diario "The Wall Street Journal" calcula que 2,6 millones de estadounidenses que no tienen trabajo simplemente no lo están buscando. Muchos otros vacíos existen en la tasa de desempleo, lo que enmascara la verdadera gravedad de la situación de desempleo en el país.
Expertos dicen que el desempleo real es mucho mayor que el sugerido por la tasa de desempleo.
Muchos estadounidenses marginados económicamente se encuentran en áreas rurales alejadas de Washington D.C., una ciudad donde los empleos son abundantes y los salarios son mucho más elevados que en la mayor parte del resto del país. La idea de que Washington es una gigantesca fiesta de coctel que es financiada por el resto de la nación alimenta el resentimiento hacia la capital de la nación y hacia los políticos de carrera que dirigen el espectáculo.
Muchos individuos marginados constituyen una gran parte de los seguidores del incendiario Trump, cuyo mensaje populista contra Washington ha atraído a grandes número de individuos insatisfechos.
Con respecto a Sanders, los "millennials" representan la mayor porción de sus seguidores. El grupo ha sufrido las mayores afectaciones de la debilidad económica del país, mucho más que la mayoría de los otros grupos.
Muchos universitarios graduados recientemente se han visto obligados a regresar a casa con sus padres, en un país en que los jóvenes generalmente se van después de concluir la preparatoria, y con frecuencia trabajan en empleos muy por debajo de su calificación y expectativas salariales.
Ese grupo de población espera tener un nivel de vida más bajo que el de sus padres. Además, la generación tiene que cargar con un deuda estudiantil promedio de 35.000 dólares por persona, mucho mayor que los graduados universitarios de hace una década.
Eso dificulta la compra de una casa, lo que obliga a los graduados endeudados a continuar rentando y los imposibilita a invertir en bienes raíces, lo que puede afectar negativamente su situación financiera en los años próximos.
Datos de un censo reciente muestran que 40 por ciento de los estadounidenses desempleados son "millennials", lo que significa que 4,6 millones de personas de ese grupo de edad carecen de trabajo.
Los expertos dicen que todo esto conforma el contexto en el que Trump y Sanders están buscando un éxito inesperado.
Aunque la mayoría de los analistas no prevén que Sanders gane la nominación demócrata, posiblemente continuará representando un desafío para Clinton en la batalla por la nominación partidista.
Con respecto a Trump, es altamente posible que gane la nominación republicana y recurra a su mensaje contra lo establecido para enfrentar a Clinton en la contienda 2016 por la Casa Blanca.