NUEVA YORK, 16 mar (Xinhua) -- El principal contendiente de la candidatura presidencial republicana de Estados Unidos, Donald Trump, avanza a toda velocidad para obtener la nominación presidencial del 2016 luego de ganar en estados claves el martes, aunque su impulso no es imparable, señalaron expertos.
Los analistas creen que la derrota de Trump en Ohio ha dejado la puerta abierta a una posible convención republicana reñida en Cleveland en julio.
RUBIO ABANDONA CONTIENDA
Trump, el impulsivo multimillonario de Nueva York, logró una victoria crucial en Florida, donde se contendía por 99 delegados en el mayor premio del día, con lo que derrotó a su mayor rival del partido, el senador Marco Rubio.
El senador de 44 años de edad abandonó su campaña por la presidencia luego de perder en su estado natal, donde puso sus esperanzas de ganar todo el estado.
Tal como el ascenso de Trump, la caída de Rubio, que había sido una estrella creciente en el partido, ha sido extraordinaria, señaló el profesor Allan Lichtman de la American University en una videoconferencia con la prensa el lunes.
Rubio simplemente quedó atrapado en la campaña contra el sistema y carecía de un mensaje de campaña claro, dijo Lichtman, quien añadió que Rubio "cometió un gran error al considerar como personal su contienda con Donald Trump".
La victoria contundente en Florida dio a Trump una gran ventaja en delegados, aunque perdió el importante estado de Ohio, con 66 delegados, ante otro de los candidatos favoritos del sistema, el gobernador John Kasich, en su propio campo.
"Honestamente, Ohio se ha convertido en el mar insondable para él. Va a caer en el océano. Realmente no cuenta con perspectivas brillantes en las primarias subsecuentes", dijo Lichtman sobre Kasich.
"Ohio será la única victoria de Kasich, y eso dejará esencialmente a la contienda republicana en una batalla entre el ex astro de la televisión Trump y el senador Ted Cruz de Texas, con una gran ventaja para Trump", indicó Lichtman.
CRUZ ES LA ÚNICA ALTERNATIVA
"Una victoria de Kasich es en realidad buena para Trump", señaló el experto en Estudios de Gobernación de The Brookings Institution, Thomas E. Mann, a Xinhua antes de las contiendas decisivas del martes.
"Kasich tiene una oportunidad razonable de ganar su estado natal, aunque casi ninguna oportunidad de ganar la nominación. La única oportunidad de detener a Trump es que tanto Rubio como Kasich abandonen la contienda y Cruz se enfrente a Trump uno a uno", dijo Mann.
Las votaciones del martes representaron en realidad la última y mejor oportunidad para los republicanos del sistema --líderes del partido, senadores, gobernadores, y funcionarios del Comité Nacional Republicano-- de detener a Trump, un contendiente impredecible e incontrolable cuya campaña controvertida y provocadora temen que lleve a los republicanos a una derrota en las elecciones generales de noviembre.
Trump ha prometido deportar a 11 millones de trabajadores migrantes ilegales, construir un muro a lo largo de la frontera con México, imponer políticas comerciales proteccionistas y prohibir temporalmente que los musulmanes entren al país.
El multimillonario aprovecha la molestia de los republicanos con su propio partido y explota el temor a la influencia extranjera y el temor a la violencia para ganar electores con su retórica de "hacer a Estados Unidos grande de nuevo", explican los expertos.
Ante la derrota de Rubio y los esfuerzos de Kasich para sobrevivir, la única alternativa viable para enfrentar a Trump es Cruz, un favorito del Tea Party.
No obstante, el sistema republicano también desprecia a Cruz, quien es criticado por muchos de sus colegas republicanos por su papel en el cierre del gobierno en 2013.
"Es sólo con una gran reticencia, con una pinza --se están poniendo una pinza de ropa en la nariz--- que el sistema republicano está inclinándose hacia Ted Cruz", explicó Lichtman.
CONVENCIÓN REÑIDA
Respecto a una convención republicana reñida, Kasich dijo a los simpatizantes en una fiesta de victoria el martes en la Universidad Baldwin Wallace en Cleveland, que no "tomará un atajo hacia la máxima oficina".
"Vamos a seguir todo el camino hacia Cleveland y asegurar la nominación republicana", dijo el gobernador.
Un republicano necesita ganar 2.472 delegados republicanos para convertirse en el nominado que enfrente a Hillary Clinton o a Bernie Sanders, los contendientes demócratas. Si ningún candidato llega al margen para el cierre de la última elección primaria el 7 de junio, la convención del partido seguramente será reñida, un escenario muy raro en la historia moderna.
"El plan (de Kasich) es ganar Ohio, y algunos otros estados, y si eso pasa, nadie va a tener suficientes delegados para ganar la nominación en la primera vuelta", señaló el estratega en jefe de la campaña de Kasich, John Weaver. Los simpatizantes de Kasich creen que una victoria en Ohio daría a su candidato su primer impulso real, con lo que ganaría donantes y respaldos.
A diferencia de los jefes conservadores del partido, el sistema del partido en la actualidad no puede influir en los delegados, pues ninguno de los funcionarios del sistema tiene a los delegados en el bolsillo. "Así que lo mejor que pueden hacer es ayudar con la recolección de fondos, ayudar con el apoyo, ayudar con la campaña", dijo Lichtman.
Las figuras dominantes del partido Republicano se han expresado contra Trump, luego de un brote de altercados violentos entre sus simpatizantes y los oponentes que obligaron al millonario a cancelar un mitin en Chicago la semana pasada, y protestas aisladas en algunos eventos de su campaña esta semana.
El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, quien presidirá la convención del partido republicano en julio, hasta ahora se ha mantenido al margen en los acontecimientos de la carrera nacional. Aunque él ha reprendido públicamente el mensaje de Trump ya en tres ocasiones, el martes dijo que planea apoyar al nominado republicano definitivo a la presidencia sin importar quién sea.
Si Trump logra una ventaja clara, el partido Republicano no negará la elección popular de la nominación, indicó Lichtman. Pero si el partido Republicano niega a Trump la nominación, "va a dividir al partido y podría hasta llevar a Donald Trump a contender en una campaña de manera independiente", pronosticó el profesor.