BRASILIA, 4 mar (Xinhua) -- El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue llevado este viernes por la Policía a una comisaría para rendir declaración, durante tres horas, sobre su supuesta vinculación con la red de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
Entre tanto, los gobiernos de Venezuela y Bolivia, y partidarios expresaron su apoyo y solidaridad con el ex mandatario, denunciando un "golpe de la derecha" y un "acto de terrorismo judicial" contra "el líder más popular en la historia de Brasil".
La Policía brasileña allanó este viernes el domicilio del ex presidente en Sao Paulo y lo llevó al aeropuerto de Congonhas para declarar como parte de las investigaciones sobre corrupción y lavado de dinero en el fraude a la estatal Petrobras, informaron la Fiscalía de Brasil y el Instituto Lula.
Las acusaciones contra el ex presidente brasileño por su presunta relación con la red de corrupción en Petrobras son "bastante significativas", afirmó hoy el fiscal Carlos Fernando dos Santos Lima.
Sostuvo que se acusa al ex mandatario brasileño de recibir presuntamente unos 20 millones de reales (5 millones de dólares) en donaciones de cinco empresas implicadas en desvíos a la petrolera, todas ellas constructoras.
Se le señala también del supuesto cobro de la misma fuente de 10 millones de reales (unos 2,5 millones de dólares) como pago por conferencias dictadas tanto en Brasil como en el exterior.
El fiscal expuso que el Instituto Lula, fundado por el ex presidente una vez que dejó su mandato, recibió 60 por ciento de sus ingresos en los últimos años de las cinco principales constructoras implicadas en el esquema de corrupción de Petrobras.
El ex mandatario también es investigado por dos presuntas propiedades no declaradas recibidas de las constructoras Odebrecht y OAS.
En rueda de prensa, tras rendir la declaración, el ex presidente dijo que estaba "ofendido" por el trato que recibió, pero señaló que la respuesta de la militancia del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en la jornada lo animó a retomar la lucha.
"Me sentí prisionero hoy por la mañana. Ya pasé por mucha cosa en mi vida. No soy un hombre de guardar rencor, pero nuestro país no puede continuar así", afirmó.
Según él, existe una persecución judicial en su contra motivada por la elite brasileña, que no tolera las transformaciones sociales impulsadas por el proyecto petista (del PT).
"No voy a bajar la cabeza. Lo que ellos hicieron con ese acto de hoy es que, a partir de la próxima semana, CUT (Central Unica de Trabajadores), PT, Sin-Tierra, PCdoB (Partido Comunista de Brasil), invítenme, que voy a recorrer este país", anunció.
Desde que se conoció su detención, varios simpatizantes de Lula protestaron en varios puntos de Brasil y llegaron a enfrentarse con detractores del ex presidente en Sao Paulo.
La CUT, la mayor sindical del país, convocó hoy a distintas organizaciones sociales a la defensa de Lula da Silva y se declaró en vigilancia por el proceso en su contra."El líder más popular en la historia de Brasil fue obligado a declarar coercitivamente por la Policía Federal, a pesar de no tener una sola prueba de que ha cometido algún acto ilícito", señaló la entidad en un comunicado.
Calificó el incidente como "golpe de la derecha" contra Lula da Silva, y señaló que el ex presidente es inocente de las acusaciones en su contra y que la acción ordenada por el Ministerio Público no tiene base jurídica.
Señaló que se inciará una "vigilia" en cada ciudad, ya sea en la sede de la central sindical o en un sindicato, "donde la militancia pueda demostrar que está unida en la defensa de Lula a la espera de una guía sobre los próxima pasos".
En el ámbito regional, el presidente de Bolivia, Evo Morales, manifestó hoy su solidaridad con el ex mandatario brasileño.
"Nuestra solidaridad por el compañero Lula, que esta mañana han detenido en Brasil (...) Nuestro saludo revolucionario a ese compañero", afirmó Morales durante un acto con las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, en el Chapare, en el centro de Bolivia.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, consideró un "ataque miserable" la retención del ex mandatario de Brasil. "Lula, el camino ha sido largo y no han podido contigo, de este ataque miserable saldrás más fuerte, Venezuela te abraza", expresó el jefe de Estado venezolano a través de su cuenta en la red social Twitter.
Por su parte, la canciller venezolana Delcy Rodríguez consideró un "acto de terrorismo judicial" la detención de Lula da Silva, a quien reiteró todo el apoyo "no sólo del gobierno, sino del pueblo venezolano".
Aseguró que esta actuación del sistema judicial en Brasil es un reflejo del "terrorismo" que la derecha internacional y local perpetra "en contra de los líderes progresistas y revolucionarios de la región".
La canciller argentina, Susana Malcorra, expresó hoy su "preocupación" por la situación política en Brasil. "Si Brasil estornuda, nosotros tenemos neumonía", resumió.
Por su parte, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) pidió este viernes "garantías del debido proceso" en las acusaciones contra el ex presidente brasileño.
En la cuenta oficial de microblog de la entidad, su secretario general, el colombiano Ernesto Samper, dijo que las garantías legales de Lula da Silva deben ser respetadas, en alusión a las críticas que viene recibiendo la fiscalía brasileña por las numerosas filtraciones a la prensa de testimonios levantados en el marco de las investigaciones.
"Solicitamos garantías del debido proceso para el ex presidente de Brasil Lula da Silva, particularmente en lo que se refiere al secreto de sumario y a la intimidad de la defensa", afirmó.
En su cuenta personal, Samper, se solidarizó con el líder del Partido de los Trabajadores (PT).
"Mi solidaridad personal con el ex presidente Lula, sometido a un linchamiento mediático que afecta a su derecho a la presunción de inocencia", afirmó.
Por otro lado, la juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil, Rosa Weber, negó la solicitud de la defensa de Lula para detener las investigaciones, alegando un supuesto conflicto de competencias, debido a que dos tribunales abrieron investigaciones paralelas contra el ex mandatario.
Los abogados de Lula consideraron que las investigaciones del Tribunal de Justicia de Sao Paulo y el Tribunal Federal de Curitiba son por los mismos hechos, por lo que pidió paralizarlas.
No obstante, la magistrada aseguró que el pedido no tiene ninguna justificación, negó el argumento de que el ex presidente sea víctima de una "actividad persecutoria".
La juez le dio un plazo de diez días a la Fiscalía de Sao Paulo para explicarse, antes de tomar una decisión sobre cuál de los tribunales es el competente.