BEIJING, 1 mar (Xinhua) -- Zhang Qin ha sido golpeada ocasionalmente por su esposo desde que se casaron en 2012. En su arranque más reciente le fracturó la nariz.
Luego de ser dada de alta del hospital la tarde del lunes, Zhang, originaria de la ciudad de Xuanwei, en la provincia de Yunnan, suroeste de China, se dirigió directamente a un centro de apoyo en Kunming, capital provincial. Vivir en el refugio será el primer paso para romper el círculo vicioso de violencia.
"En casa, hago las tareas domésticas y cuido de nuestro hijo, pero aún así mi esposo me golpea", dijo Zhang.
"Estoy segura aquí, pero me preocupa mi hijo, sólo espero que podamos estar protegidos", expresó.
La Ley contra la Violencia Doméstica, que entró en vigor el 1 de marzo, ofrece esperanza para las víctimas de abuso, como Zhang. Entre muchas medidas para proteger a las víctimas, los abusadores pueden recibir la orden de mudarse de sus casas.
La ley volverá al público más consciente sobre la violencia doméstica y actuará como una medida de disuasión, de acuerdo con el juez superior adjunto del Tribunal de Asuntos Familiares del Tribunal Popular del Distrito de Fangshan en Beijing, Zhao Ling.
Zhang Shuang, del Tribunal Popular Distrital de Xicheng, admitió que a menudo es difícil reunir evidencia de los casos de violencia doméstica y que sólo 10 por ciento se resuelven en los tribunales.
Un socio de la Oficina de Justicia de Zhongmian en Beijing, Huang Liling, dijo que la falta de testigos y la resistencia a ofrecer evidencias en un tribunal de justicia obstaculiza los casos.
Cerca de 25 por ciento de las chinas han sufrido de violencia en su matrimonio, de acuerdo con la Federación Nacional de Mujeres de China (FMCh).
Sin embargo, sólo una fracción de ellas reportan el abuso. La FMCh sólo recibe alrededor de 40.000 quejas al año, más del 88 por ciento en 2014 involucraron abuso contra las esposas.
En China, la violencia doméstica es considerada un asunto privado bochornoso y se mantiene en secreto. Aun cuando se reporta el abuso, a menudo es transferido de la policía a las federaciones de mujeres o a los comités vecinales.
Esta ideología tomará tiempo en ser cambiada, en particular para los residentes rurales, pues muchos creen que los asuntos domésticos deben mantenerse en privado.
Wang Yuan, especialista en derecho de la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho de China, incluso señaló que ella sería reticente a reportar un abuso doméstico a la policía a menos que se pusiera la vida de alguien en riesgo.
"La ley es más simbólica que real", opinó Kong Jingnan, quien trabaja para una empresa constructora china. Él duda de su "efecto disuasivo" y señaló que podría reducir la violencia física, pero exacerbar al abuso psicológico.
"No obstante, es un avance", dijo Kong. "Los oficiales de policía están obligados ahora a responder a los reportes de violencia doméstica y ya no sólo considerarla como una disputa familiar".
Hasta este año, no había una ley especializada en el abuso doméstico. Las referencias al tema se incluían en otras leyes y normas como la Ley de Matrimonio, la Ley de Protección de Menores y la Ley de Protección de los Derechos e Intereses de las Mujeres.
Hace menos de dos décadas, el abuso físico no era aceptable como motivo de divorcio en China. En 2001, la Ley de Matrimonio fue enmendada para prohibir explícitamente la violencia doméstica.
"La ley muestra que el gobierno está poniendo más atención a los vulnerables, aunque necesita mejorar más", dijo Zhang, quien añadió que ella espera que todos los abusadores sean castigados, sin importar cuán grandes o pequeñas sean las lesiones.
"La policía normalmente nos pide ir a un hospital y que los médicos revisen nuestras lesiones. Sin embargo, si la lesión es leve, no se presentan cargos", explicó Zhang.