BEIJING, 29 feb (Xinhua)-- Debido a la recesión económica mundial y a la caída de los precios de las materias primas, el volumen de comercio entre China y América Latina registró una tendencia a la baja en 2015. No obstante, según los expertos de la Academia de Ciencias Sociales de China, el comercio bilateral se pasará al desarrollo diversificado y la inversión de China en la región todavía posee un enorme potencial.
El volumen comercial sino-latinoamericano disminuyó en 2015 un 10,28 por ciento interanual hasta los 236.545 millones de dólares. Las exportaciones de China hacia América Latina se situaron en 132.216 millones de dólares, un 2,97 por ciento menos que la cifra del año anterior, mientras que las importaciones también registraron un descenso del 18,09 por ciento hasta los 104.329 millones de dólares, de acuerdo con los datos oficiales publicados por el Ministerio de Comercio de China.
"Si bien las cifras han caído, ambas partes ahora están realizando el ajuste y la actualización de las estructuras industriales. Por ende, la cadena de valor de las industrias se conectará mejor en el futuro", destacó Yue Yunxia, subdirectora de la oficina de economía del instituto de estudios latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales, en una entrevista exclusiva con Xinhua.
"Las inversiones de China están experimentando un período de transformación, en el que los inversores chinos empiezan a planear sus proyectos de inversión más activamente, lo que supone un cambio positivo para el desarrollo sostenible", aseguró Yue.
"La importancia del comercio disminuirá en el futuro. En cambio, la inversión se volverá cada día más importante. Nuestras relaciones económicas y comerciales con África, Estados Unidos y Europa también han pasado por este proceso", manifestó Jiang Shixue, experto de la Academia de Ciencias Sociales de China.
El presidente chino, Xi Jinping, asistió en julio de 2014 al encuentro de líderes de las naciones del Foro China-CELAC, y presentó en la reunión la iniciativa de crear un nuevo marco de cooperación bilateral de "1+3+6", en el que el "3" representa tres motores, a saber, el comercio, la inversión y las finanzas, con el fin de fomentar la colaboración integral y pragmática. China aspira a alcanzar un comercio bilateral de 500.000 millones de dólares con América Latina y una inversión directa de 250.000 millones de dólares en la región en la próxima década.
De acuerdo con los datos del Ministro de Comercio, hasta el año 2014, el volumen de inversión directa de las empresas chinas en América Latina era de 106.110 millones de dólares, abarcando áreas como la energía, la minería, la agricultura, las finanzas, la construcción de infraestructuras, la manufactura y el sector servicios. En 2015, los flujos de inversión directa no financiera desde China hacia la región alcanzaron los 21.460 millones de dólares, un 67 por ciento por encima de la cifra de 2014. América Latina ha pasado a ser un destino importante de la inversión china en el extranjero.
Yue sostuvo que la inversión de China en América Latina subirá a largo plazo. Considerando que el PIB per cápita de China está aumentando sin cesar, esto se traducirá en el motor y la demanda de las inversiones. Por otro lado, para resolver los problemas que han surgido en el curso de la profundización de las relaciones comerciales entre ambas partes, sería recomendable ampliar las inversiones.
"Somos fuerzas nuevas en América Latina, por eso es muy natural que encontremos muchos problemas", señaló Yue, quien también explicó que la mayoría de los países latinoamericanos cuenta con un sistema legal muy completo en materia de protección medioambiental y regulación laboral. Las empresas chinas deben observar las leyes y adaptarse a la sociedad local.
Según la opinión de Jiang, el problema fundamental en el desarrollo de asociaciones bilaterales es la falta de entendimiento mutuo. Necesitan atraer más turistas a China para que vean la imagen real del país, así como alentar a más estudiantes latinoamericanos a que estudien la cultura china, a fin de promover el entendimiento mutuo y cimentar una base sólida para el desarrollo sostenible de las relaciones bilaterales.
Además de las inversiones, los préstamos de China a la región latinoamericana también se han convertido en un foco de atención para todo el mundo, especialmente tras la caída de los precios internacionales del petróleo y los cambios políticos en varios países, que han provocado preocupaciones de solvencia de las naciones latinoamericanas.
"Hasta el momento, el reembolso de los préstamos no presenta problemas. En el futuro, si la situación de la región sigue empeorando, podríamos modificar los acuerdos con los países, pero el incumplimiento de contrato es casi imposible", indicó Yue en respuesta a dichas preocupaciones.
"Antes ofrecíamos los préstamos directamente a los gobiernos locales y las compañías estatales, pero en el futuro, los concedidos a las empresas pequeñas y medianas que tienen relaciones comerciales con América Latina podrían aumentar, con miras a reducir riesgos y resolver el exceso de capacidad de producción de China", explicó la experta.
"Pese a los factores desfavorables, el flujo general de crédito del gigante asiático a la zona latinoamericana se mantendrá sin cambio en el futuro", añadió Yue.