BEIJING, 23 feb (Xinhua) -- Durante su visita a Estados Unidos, el canciller chino, Wang Yi, tiene previsto discutir con funcionarios estadounidenses los asuntos candentes del mar Meridional de China y la Península Coreana, ambos directamente relevantes a los intereses fundamentales de China.
El viaje de tres días de Wang, durante el cual se reunirá con su homólogo estadounidense, John Kerry, y con el secretario de Defensa, Ashton Carter, atrae atención sin precedentes, ya que las divisiones de las dos partes sobre el mar Meridional de China y la Península Coreana se han visto amplificadas parcialmente debido a la agenda oculta y a la imprudencia de Washington.
Sobre el asunto del mar Meridional de China, el vicealmirante Joseph Aucoin, comandante de la Séptima Flota de la Armada estadounidense, dijo el lunes que su país no suspenderá las actividades militares en la región.
Washington debe ser consciente de que China no renunciará a la integridad territorial y Washington no debe subestimar la resolución de china al respecto.
También hay que señalar que es Washington el que está atizando el fuego flexionando sus músculos en el mar Meridional de China y envalentonando a otras naciones en sus disputas territoriales con China.
Washington, al mismo tiempo, debe dejar de señalar con el dedo a China sobre la construcción de instalaciones en sus islas soberanas en el mar Meridional de China ya que estas actividades, sean civiles o militares, son totalmente legítimas.
Sobre la Península Coreana, la iniciativa deliberada de Washington de desplegar el escudo de misiles THAAD en Corea del Sur supondrá una amenaza directa a los intereses de seguridad de China.
Como ha señalado Wang, el despliegue del sistema de misiles va más allá de las necesidades de defensa de Corea del Sur y la cobertura del sistema significa que alcanzaría la parte más interior del continente asiático.
Por lo tanto, EEUU tiene que actuar cautelosamente y evitar socavar los intereses de seguridad de China, y no añadir más complicaciones a la paz y estabilidad regionales.
Es de suma importancia que la solución pacífica al asunto de la Península Coreana y a las disputas en el mar Meridional de China estén en línea con los intereses comunes de Beijing y Washington.
Es de esperar que China y EEUU, dos importantes potencias que tienen mucha influencia y muchos intereses en Asia-Pacífico, traten sus divisiones de una manera sensata y fortalezcan la confianza mutua para salvaguardar la paz y estabilidad en la región y más allá.
Para este fin, es aconsejable que Washington escuche la llamada legítima de Wang.