BEIJING, 21 feb (Xinhua) -- Las autoridades centrales de China divulgaron hoy domingo unas directrices sobre el desarrollo urbano, dos meses después de que los líderes del país se reuniesen para la Conferencia Central de Trabajo Urbano donde se comprometieron a que las ciudades en plena extensión de China sean más habitables y ecológicas.
El documento, emitido por el Comité Central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado, estableció los principios fundamentales, las tareas y los objetivos clave para el futuro desarrollo y gestión urbano, con el fin de garantizar que las ciudades estén "construidas de manera ordenada, desarrolladas adecuadamente y bajo una operación eficiente".
La última ocasión que China organizó una reunión como la Conferencia Central de Trabajo Urbano fue en 1978, cuando sólo un 18 por ciento de la población residía en urbes, cifra que había subido al 50 por ciento a finales de 2015.
La urbanización que ha caracterizado las últimas dos décadas ha traído cambios significativos en China, tanto en los aspectos sociales como en los económicos, generando problemas como los atascos de tráfico, la contaminación y una seguridad pública comprometida.
Estos tipos de males urbanos han provocado la ira del público, incrementando la presión sobre la planificación urbana para buscar soluciones.
Chen Zhenggao, ministro de Vivienda y Desarrollo Urbano-Rural, destacó que el documento publicado hoy se había elaborado basándose en una cuidadosa investigación a cargo de su cartera y 29 departamentos relacionados.
La directriz indicó que China restringirá que las ciudades crezcan más allá de las medidas de sus recursos naturales.
En la actualidad, las municipalidades de Beijing, Shanghai y Chongqing cuentan con poblaciones que han sobrepasado los 20 millones, mientras que en las ciudades como Tianjin, Guangzhou y Shenzhen han excedido los 10 millones.
La prioridad ha de concederse a la protección de las tierras de cultivo, al mismo tiempo que los terrenos para la construcción serán "ubicados apropiadamente". El país planea dedicar cinco años a la inspección y eliminación de las construcciones ilegales.
El texto también hizo un llamamiento a que los planificadores del urbanismo diferenciaran las ciudades con un ámbito urbano basándose en las características locales.
Aparte del exterior de las edificaciones, los factores como la conservación de recursos y energía, así como la protección del medio ambiente, han de tenerse en cuenta durante el proceso de diseño y construcción, sostuvo el documento.
Como parte de los esfuerzos para proveer de viviendas asequibles a los habitantes urbanos con bajos ingresos, China aspira a completar la renovación de las áreas urbanas y las viviendas deterioradas para 2020.
China también mejorará la planificación urbana y la construcción de infraestructuras, tanto bajo tierra como en superficie. Los estándares de construcción y calidad de los proyectos se incrementarán, puntualizó el papel.