Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 20 feb (Xinhua) -- El referendo constitucional de mañana domingo en Bolivia será un reto complejo para la continuidad del proceso de cambio que lidera desde hace 10 años el presidente Evo Morales, de cara al año 2025.
Morales, como parte de su discurso en la campaña electoral previa a la consulta, destacó la estabilidad económica, política y social en el país lograda a partir de este proceso de cambio.
Para la oposición de derecha, también es un desafío crucial, pues una victoria del "no" representa la posibilidad de recuperar espacios políticos, luego de que el partido oficialista de Morales Movimiento Al Socialismo (MAS) ganó las tres últimas elecciones nacionales con más del 50 por ciento de los votos.
Esas son algunas conclusiones de los politólogos Ludwing Valverde, presidente del Colegio de Politólogos de La Paz; Carlos Cordero, docente de la estatal Universidad Mesoamericana de San Andrés (UMSA) y Hugo Moldiz, ex ministro de Gobierno (2015).
"Puedo resumir que el futuro de la izquierda progresista en la región, que está abanderada por los gobiernos del ALBA, tiene un reto complicado porque dependerá de sus resultados para conocer que esta tendencia está en crisis o aún tiene credibilidad, luego de los fracasos electorales en Venezuela y Argentina", afirmó Valverde.
Evo Morales cumplió el pasado 22 de enero 10 años al frente del gobierno, el mandatario que más tiempo, de manera continua, ha estado al frente del Ejecutivo en Bolivia.
Su mandato concluye en enero de 2020, aunque su objetivo es llegar hasta el 2025, siempre y cuando gane el "sí" en el referendo.
Morales asumió la presidencia de Bolivia en enero de 2006 con la victoria electoral en diciembre de 2005 con el 54 por ciento de votos y acortó su mandato en 2009 para habilitar nuevas elecciones una vez aprobada la nueva Constitución Política del Estado.
En 2009 ganó de nuevo las elecciones generales con el 63 por ciento de los votos.
En octubre de 2014 derrotó por tercera vez consecutiva a sus opositores con el 62 por ciento para el periodo 2015-2020 y consiguió más de los dos tercios en la Asamblea Legislativa.
Ahora enfrentará un referendo constitucional que definirá si el pueblo aprueba la posibilidad de que vaya a una nueva reelección en los comicios de 2019, para el periodo 2020-2025.
Las encuestas de distintas empresas privadas dan un virtual empate técnico entre las opciones del "sí" y "no", lo cual prevé se definirá por los indecisos que representan el 10 por ciento de las intenciones de voto y el voto en el exterior, que representa el 5 por ciento.
TENDENCIAS POLARIZADAS
El politólogo Valverde dijo que a partir de las tendencias mostradas en diferentes encuestas nacionales, las opciones del "sí" y el "no" se han polarizado, lo cual hacen perfilar un final de "infarto", ya que la diferencia puede ser muy escasa para cualquiera de las dos expectativas.
"El oficialismo recibió duros reveses en las dos últimas semanas con la estrategia que desplegó la oposición que apeló a denuncias y guerra sucia para mermar las preferencias electorales del 'sí', eso puede ser decisivo a la hora de la votación de los indecisos", aseveró.
En cambio el ex ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, afirmó que el 10 por ciento de indecisos es el voto duro que acompaña a Morales en el proceso de cambio y que está radicado en la clase media que apuesta por la estabilidad, al margen de cualquier color político.
De igual forma confía que el voto en el exterior será clave para la victoria del "sí", pues recordó que en los dos anteriores comicios presidenciales el MAS y Morales recibieron el apoyo de más del 70 por ciento.
PRUEBA DE LA IZQUIERDA
Los analistas también se refirieron al contexto internacional y consideraron que una derrota del "sí" en el referendo que apoya Morales puede ser un golpe duro para la izquierda progresista de la región, luego del fracaso en Venezuela en las elecciones legislativas y la caída del kirchnerismo en Argentina.
Cordero analizó que una derrota de Morales puede profundizar la crisis de la izquierda de la región, al afectar uno de los bastiones más sólidos de la última década encabezada por el líder indígena en Bolivia.
A su vez Moldiz señaló que tras 17 años de los procesos de cambio en la región latinoamericana, los gobiernos de izquierda progresista enfrentan ahora una prueba difícil, ante la arremetida de Estados Unidos.
En Bolivia, el partido de Evo Morales, según Moldiz, está fuerte por su buena gestión que le ha brindado estabilidad económica, política y social.
Admitió sin embargo que una prueba sobre el respaldo ciudadano a la gestión de presidente Morales y el proceso de cambio se evidenciará en el referendo constitucional, cuando se consulte a la ciudadanía si apoya o no a una nueva postulación del mandatario en las elecciones de 2019.