LA HABANA, 16 feb (Xinhua) -- Funcionarios de Cuba y Estados Unidos firmaron hoy en La Habana un histórico memorando de entendimiento para reanudar los vuelos comerciales regulares entre ambos países, interrumpidos desde hace más de medio siglo, los cuales podrían ascender a 110 viajes diarios a 10 ciudades de la isla
El ministro cubano del Transporte, Adel Yzquierdo, y el secretario estadounidense del sector, Anthony R. Foxx, rubricaron el documento en ceremonia celebrada en el emblemático Hotel Nacional.
Junto a Yzquierdo y Foxx suscribieron el texto el presidente del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba, Alfredo Cordero, y el secretario adjunto para Asuntos Económicos y de Negocios del Departamento de Estado, Charles H. Rivkin.
Conforme al convenio, se podrán realizar hasta 20 vuelos regulares diarios entre aeropuertos estadounidenses y La Habana, y también hasta 10 al día entre Estados Unidos y cada una de las otras nueve terminales internacionales ubicadas en otras provincias de la isla.
Esos aeropuertos se encuentran en Matanzas, en el occidente de Cuba, Santa Clara, Cienfuegos (centro), Camagüey, Holguín, Manzanillo y Santiago de Cuba (oriente), así como en los cayos Coco (al norte de Ciego de Avila) y Largo (al sur de Matanzas).
Durante las últimas cinco décadas, estas rutas fueron operadas por compañías charter, las que pueden continuar sus vuelos diarios (entre 10 y 15) como hasta ahora.
También se establece la posibilidad de incrementar las frecuencias de vuelos directos en cada temporada, así como la concertación de arreglos comerciales de colaboración, incluidos contratos de arrendamiento de aeronaves entre ambas partes o de terceros países.
El texto fija, además, el compromiso de ambos gobiernos de proteger la seguridad de la aviación civil contra actos de interferencia ilícita, y reitera la voluntad de actuar de conformidad con los convenios internacionales.
La Habana y Washington son signatarios del Convenio de Aviación Civil Internacional.
Tras la firma del memorando, Yzquierdo sostuvo que este es el inicio de una nueva etapa en las relaciones bilaterales en esta esfera, lo cual "contribuirá al avance de los vínculos" entre los dos países.
Foxx, por su parte, calificó de histórico el documento, al marcar la fecha en que por primera vez en cinco décadas EE.UU. y Cuba acuerdan un servicio (aéreo) programado.
"Este acuerdo significa mucho más que el inicio de una relación en aviación civil, representa un hito en los esfuerzos de EE.UU. por tener un diálogo con Cuba y normalizar relaciones", afirmó.
Puntualizó que el inicio de los vuelos comerciales "da fe de que sigue en pie nuestro compromiso de fortalecer los lazos entre los pueblos de Estados Unidos y de Cuba".
Con la aprobación del convenio, las compañías estadounidenses tienen de plazo hasta el próximo 2 de marzo para presentar sus solicitudes de ruta al Departamento de Transporte del país norteño, que dispondrá de cerca de un mes para recopilar la información y anunciar, probablemente en el verano, cuáles serán las líneas aéreas que volarán a la capital cubana a partir del otoño.
Aerolíneas como American Airlines, United, JetBlue, Southwest y Delta expresaron de manera oficial su interés en obtener algunas de las rutas para los 20 vuelos diarios de ida y vuelta.
La estatal Cubana de Aviación está excluida de esta licitación por el momento, debido a las leyes del bloqueo económico a Cuba que establecen la confiscación de las aeronaves de la isla que lleguen a territorio norteamericano.
Se espera que los vuelos regulares faciliten los viajes para los estadounidenses que clasifiquen dentro de las 12 categorías en las que se permiten las visitas a la isla, a donde todavía no pueden entrar como turistas debido a la política de bloqueo.
El documento para la reanudación de los vuelos comerciales regulares constituye otro paso hacia la normalización total de los nexos entre Cuba y EE.UU., que restablecieron relaciones diplomáticas en julio pasado después de 54 años de enemistad política
Tras la reapertura de las respectivas embajadas el 20 de julio de 2015, ambas partes suscribieron acuerdos sobre protección medioambiental y para restaurar el servicio postal directo.
