por Eloyza Guardia
RIO DE JANEIRO, 17 dic (Xinhua) -- El Gobierno no está paralizado y sigue tomando medidas importantes, pese a la crisis por la posible apertura de un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, dijo este jueves el ministro de Comunicación Social de Brasil, Edinho Silva.
"La crisis no paralizó al Gobierno, aunque las medidas de mayor impacto, por importantes o buenas que sean, lógicamente se contaminarán con el actual ambiente político", afirmó en una entrevista con miembros de la asociación de corresponsales extranjeros de Río de Janeiro que contó con la presencia de Xinhua.
Como ejemplos de la actividad gubernamental, citó la aprobación esta semana, por parte del Congreso, de medidas de ajuste fiscal, incluyendo el presupuesto para 2016 y el proyecto de ley pare repatriar de dinero de brasileños en el exterior que no haya sido declarado al fisco del país.
Además, decidió mantener el veto de la presidenta al artículo de la nueva ley de jubilación que permitía al retirado que siguiese trabajando obtener un aumento en su pensión, algo que según el Gobierno generaría un déficit de 70.000 millones de reales (unos 18.000 millones de dólares) en 20 años.
Silva mencionó además una ampliación en la agenda de Rousseff con viajes por todo Brasil y reveló que la mandataria coordina "personalmente" la comisión que trata la crisis causada por el aumento del zika, un virus transmitido por el mismo mosquito responsable del dengue y relacionado con un significativo aumento de recién nacidos con microcefalia.
Según el ministro, Rousseff también coordina las acciones relacionadas con la mayor tragedia ambiental del país, ocurrida el mes pasado en el municipio de Mariana.
Se trata de la ruptura de dos diques de la minera Samarco, que dejó un vertido de 62 millones de metros cúbicos de agua y residuos minerales, 17 muertos y un rastro de lodo tóxico en miles de kilómetros cuadrados que alcanzaron al río Doce, el más importante de la región.
Buena parte de las preguntas de los periodistas extranjeros giraron en torno a la posible apertura de un juicio político contra Rousseff, a las que Silva esgrimió la "confianza del Gobierno en superar la crisis política y salir más fortalecido después de todo".
Horas después de la entrevista, el Gobierno logró su primera victoria en la crisis política, al anular el Tribunal Supremo, por mayoría de 7 a 4 de sus miembros, la elección de la comisión especial que debe decidir si iniciar o no el proceso contra Rousseff y que, en una votación secreta, había arrojado mayoría opositora.
El fallo determinó que la comisión debe estar integrada por miembros elegidos por los líderes los partidos políticos en una votación abierta.
La mayoría del tribunal refutó así las conclusiones del instructor del caso, el juez Luiz Edson Fachin, que la víspera se había pronunciado a favor del proceso y contra los alegatos del oficialista Partido Comunista de Brasil.
Otro punto clave de la resolución es que, aunque la Cámara de Diputados es responsable de decidir que se admita o no el juicio político por dos tercios, será el Senado quien decida si se debe o no procesar a la presidenta, pudiendo optar incluso por archivar el proceso.
Con esta decisión, el Congreso deberá mantener el receso parlamentario entre el 23 de diciembre e inicios de febrero de 2016, lo que aplazará el inicio del proceso, algo que el Gobierno quería evitar.
"No nos interesa un proceso lento. Cuanto más se alargue, más difícil será resolver la crisis económica", afirmó Silva en la entrevista a la prensa extranjera.
A falta de menos de una semana para el descanso y las fiestas de Navidad y Año Nuevo, la propuesta de una convocatoria extraordinaria del Congreso para enero, mes de las vacaciones de verano en Brasil, tiene pocas opciones de prosperar.
En especial, porque tanto el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, como el del Senado, Renan Calheiro, ambos del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), están de acuerdo en relación al receso pese a sus disputas en torno al proceso contra Rousseff.
