China también apoya una revisión integral cada cinco años del progreso alcanzado en el logro de los objetivos de largo plazo aprobados, lo que también demuestra la capacidad y confianza de China en cumplir sus compromisos.
Un compromiso activo en la lucha contra el cambio climático no sólo es un deber que "un gran país responsable" no puede evadir, sino que también está acorde con el requisito urgente del actual desarrollo socioeconómico de China.
En la actualidad, China ya es el principal país tanto en ahorro de energía como en el uso de energía nueva y renovable. En 2014, el consumo de energía y la emisión de dióxido de carbono por unidad del producto interno bruto (PIB) descendieron en 29,9 y 33,8 por ciento, respectivamente, en comparación con los niveles de 2005.
China ha logrado progreso por su cuenta y nunca ha dudado en proporcionar todo el apoyo y asistencia posibles a los países y regiones cuyo desarrollo económico, reservas de divisas y nivel tecnológico están rezagados.
En septiembre, el presidente chino, Xi Jinping, y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmaron la declaración presidencial conjunta chino-estadounidense sobre cambio climático, en la cual China prometió 20.000 millones de yuanes (3.100 millones de dólares) en apoyo al fondo de cooperación climática Sur-Sur para ayudar a otros países en desarrollo a combatir el cambio climático.
Funcionarios y expertos de diversos países y de organizaciones internacionales, en especial de países en desarrollo, han elogiado este apoyo financiero de China porque consideran que representa un compromiso con las responsabilidades internacionales y con el cumplimiento de las obligaciones internacionales de un gran país, lo que pone un ejemplo a otros países, en particular a los desarrollados, en este esfuerzo.
El cambio climático es un problema global del que no se salva ningún país. China ha dicho que apoyará un acuerdo integral, equilibrado y fuerte en París basado en los principios de la Unfccc y en el Protocolo de Kyoto, un tratado de extensión de la Unfccc adoptado en 1997 en Kyoto, Japón, que busca controlar las emisiones de gases productores del efecto invernadero.
Con base en el principio de "responsabilidades comunes pero diferenciadas", el principio de equidad y el de capacidades respectivas, China desea cooperar con otros países en el avance activo y constructivo del proceso de negociación hacia un sistema de cambio climático internacional justo y razonable.
Las declaraciones anteriores están incluidas en las "Políticas y Acciones de China para Enfrentar el Cambio Climático 2015", un informe anual emitido por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China.
Como dijo la directora del Centro para Energía del Instituto Francés de Relaciones Internacionales, Marie-Claire Aoun, en los años recientes China ha ubicado al manejo del medio ambiente en una posición tan importante como el desarrollo económico y la reducción de la pobreza, y está dispuesta a participar activamente en las negociaciones de cambio climático y contribuir a su éxito.
