NACIONES UNIDAS, 9 nov (Xinhua) -- Por primera vez desde la suspensión de sus actividades, la agencia de la ONU para los refugiados entregó ayuda vital para el invierno a 12.000 personas muy vulnerables en la zona del este de Ucrania que está más allá del control del gobierno, indicó hoy un vocero de la organización.
"Un convoy de Acnur (Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados) de nueve camiones cargados con artículos humanitarios básicos y materiales de construcción atravesó puestos de revisión y llegó el sábado a Lugansk", dijo el vocero de la ONU, Stephane Dujarric, en la conferencia de prensa diaria.
"Este es el primer convoy de la ONU en tres meses que lleva suministros a la ciudad, donde miles de civiles quedaron atrapados en el conflicto iniciado el año pasado", dijo.
La entrega incluyó 10.000 mantas, 10.000 toallas, 5.000 baldes y un número similar de bidones y lonas de plástico, así como cemento y madera para las reparaciones de los refugios, señaló el vocero.
El material "fue descargado en un almacén de la ciudad para su distribución que inicia hoy".
La última gran entrega anunciada por Acnur fue el 1 de septiembre, cuando material para refugios y artículos humanitarios básicos llegaron a Horvlika y a las áreas cercanas del norte de Donetsk que registraron intensos enfrentamientos en agosto.
El convoy es el primero de muchas entregas planeadas para llevar artículos domésticos y materiales de refugio a Lugansk muy necesarios para el invierno.
En las próximas semanas, Acnur planea enviar cerca de 1.000 toneladas métricas de materiales humanitarios y ayuda de emergencia a la población afectada.
Por otra parte, se están movilizando recursos considerablemente mayores en estos momentos para los futuros envíos a las zonas no controladas por el gobierno.
Con la llegada del invierno, las condiciones serán más severas para las personas en las aldeas y localidades cercanas al frente de batalla, donde el conflicto ha dañado la infraestructura y las viviendas.
Con restricciones al movimiento, muchas personas enfrentan inseguridad y desafíos para llegar a los centros médicos y educativos. En algunas zonas remotas sigue limitado el acceso a los servicios y productos básicos, en especial para los ancianos y los enfermos.
Conforme bajen las temperaturas en la región, se tiene que brindar rápidamente refugio a los que viven en edificios sin ventanas, puertas, tejado y calefacción. Además, miles de desplazados están en aguda necesidad de mantas calientes, ropa y zapatos de invierno, así como de carbón y combustibles para calentarse.