MOSCU, 13 oct (Xinhua) -- El fabricante ruso de misiles Almaz-Antei dijo este martes que el avión malasio con número de vuelo MH17 fue derribado por un misil tierra-aire 9M38 lanzado desde el territorio controlado por el ejército ucraniano.
"Hoy podemos decir con certeza que si Boeing ha sido atacado por un misil tierra-aire, fue por el misil 9M38 lanzado por el sistema de defensa aérea de misiles BUK-M1 desde la zona de Zaroshchenskoye (en el sureste de Ucrania)", afirmó el CEO de Almaz-Antei, Yan Novikov, durante una conferencia de prensa.
Novikov presentó además los resultados de dos experimentos reales hechos por especialistas, los cuales condujeron a la conclusión que "contradice completamente los resultados de la Junta de Seguridad de Holanda sobre el tipo de misil y la localización del lanzamiento".
Según Novikov, el misil fue "con certeza" lanzado desde la aldea de Zaroshchenskoye en el sureste de Ucrania, la cual está bajo el control de las fuerzas militares ucranianas en lugar de los insurgentes del este de Ucrania.
El 2 de junio, la parte rusa ya había negado cualquier implicación en la caída del avión citando resultados de la investigación tras examinar los restos del avión y los fragmentos de misil encontrados en el lugar del siniestro.
Mikhail Malyshevsky, asesor del diseñador general de Almaz-Antei, señaló que todas las evidencias condujeron a la conclusión de que el avión fue derribado por un misil guiado de defensa aérea, probablemente un misil 9M38M1 del sistema BUK-M1 que "no se ha fabricado en Rusia desde 1999".
Malyshevsky añadió que hay evidencia de que el sistema BUK-M1 y sus misiles estaban todavía en servicio en las Fuerzas Armadas Ucranianas en 2005.
El avión del vuelo MH17 de Malaysia Airlines se estrelló en la convulsa región ucraniana de Donbass el 17 de julio de 2014, cuando cubría la ruta entre Amsterdam y Kuala Lumpur, causando la muerte de las 298 personas a bordo.
Occidente ha insistido en que los insurgentes proindependentistas del este de Ucrania derribaron el avión e impuso varias rondas de sanciones contra Rusia y las empresas rusas, llevando las relaciones entre Moscú y Occidente al punto más crítico desde el final de la Guerra Fría.