BEIJING, 2 oct (Xinhua) -- La reciente visita de Estado a Estados Unidos del presidente chino, Xi Jinping, ha promovido la confianza estratégica entre las dos naciones, ha fortalecido la amistad entre ambos pueblos, y ha señalado la dirección de un nuevo modelo de relaciones entre grandes países basado en el respeto mutuo y la cooperación recíprocamente beneficiosa.
Además, la visita ha sentado una sólida base para el desarrollo a largo plazo de los vínculos bilaterales, ha creado nuevas oportunidades para lograr los objetivos nacionales chinos de desarrollo y ha servido como ejemplo para establecer un nuevo tipo de lazos internacionales.
Durante su visita, Xi mantuvo una comunicación interactiva con estadounidenses de todos los ámbitos, presentó sistemáticamente el punto de vista chino sobre el desarrollo pacífico y el orden mundial, potenció la amistad y la confianza mutuas y, explícitamente, analizó el hecho de que la cooperación, al contrario que el conflicto, beneficiará a ambas partes.
Xi y su homólogo estadounidense, Barack Obama, discutieron de forma directa temas sobre los que los dos países comparten su seria preocupación y aquellos sobre los que existen diferencias, buscando puntos en común al tiempo que conciliando las discrepancias.
Uno de los puntos álgidos de la visita fue la conversación privada entre los dos dirigentes, durante la que intercambiaron ideas sobre la política interna y externa de sus respectivos países, los temas principales de los lazos bilaterales, y asuntos regionales e internacionales.
Los dos líderes se mostraron de acuerdo en tratar adecuadamente los objetivos estratégicos de sus países, seguir reforzando la confianza mutua, y evitar malentendidos y juicios erróneos estratégicos.
Desde la reunión de Xi y Obama en Sunnyland, California, en junio de 2013, las relaciones China-EEUU han avanzado mucho en términos generales, con la consecución de resultados fructíferos: el comercio anual bilateral se ha acercado a los 600.000 millones de dólares; las conversaciones anuales de alto nivel y los intercambios militares han promovido, de manera considerable, la cooperación bilateral; y la optimización de la política de visas ha mejorado los intercambios entre personas de ambos países.
Las dos naciones han cooperado estrechamente en campos como la lucha contra el terrorismo y la piratería, la respuesta al cambio climático, y el mantenimiento de la paz internacional, entre otros, y han desempeñado importantes roles, por ejemplo, en la promoción de la recuperación económica global, el logro de acuerdos sobre el asunto nuclear de Irán, el combate contra la epidemia del Ebola y el fomento del proceso de paz en Afganistán.
En la actualidad, China y EEUU se encuentran ambos en un punto histórico, enfrentándose a oportunidades y retos. Por ello, es inevitable que los dos países tengan diferentes puntos de vista, y que existan diferencias entre ellos. Aun así, sus intereses comunes son mayores que sus diferencias, y la cooperación es la corriente dominante en las relaciones bilaterales.
Durante la visita que ha facilitado una larga lista de 49 resultados tangibles, los dos países han alcanzado un consenso sobre el nuevo modelo de relaciones entre grandes países China-EEUU, cooperación bilateral pragmática, asuntos de Asia-Pacífico, regionales e internacionales, y retos globales, entre otros.
Estos progresos son suficientes para probar una vez más que China y EEUU deben convencerse a sí mismos de mejorar su cooperación, asumir las debidas responsabilidades internacionales y esforzarse por conseguir y mantener la paz y la estabilidad en la región de Asia-Pacífico y en todo el mundo.
La visita de Xi ha abierto amplias perspectivas para la cooperación China-EEUU.
