WASHINGTON, 29 sep (Xinhua) -- El líder de la mayoría del Senado de Estados Unidos, Mitch McConnell, indicó hoy que la dirigencia republicana en el Congreso empezará a negociar pronto con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, un acuerdo presupuestario de dos años para los años fiscales 2016 y 2017.
"Quisiéramos fijar el límite (de gasto) para ambos años de modo que el próximo año podamos tener un proceso de asignación regular", dijo McConnell en una conferencia de prensa.
"El presidente (Obama), el presidente (de la cámara John) Boehner y yo hablamos de iniciar las discusiones la semana pasada y espero que comiencen muy pronto", añadió el líder de la mayoría.
En un momento en el que el país ya entró al ciclo de la elección presidencial 2016, los líderes republicanos han mostrado en las últimas semanas un creciente entusiasmo por lograr un acuerdo presupuestario de dos años para evitar otro estancamiento o incluso el cierre del gobierno por causa del presupuesto del próximo año en medio de una elección.
Sin medidas para impulsar una medida presupuestaria provisional por parte del Capitolio para el 30 de septiembre, el gobierno federal tendrá que cerrar otra vez el 1 de octubre cuando se agoten los fondos federales.
Pero la repentina dimisión del presidente de la cámara John Boehner el viernes, la amenaza de los republicanos de línea dura de destituirlo si negociaba con los demócratas también perdió su poder coercitivo.
Ahora, muchos señalan que pronto se alcanzará una iniciativa presupuestaria de corto plazo, la cual financiaría al gobierno federal hasta el 11 de diciembre, a fin de ganar más tiempo para las negociaciones en torno a una iniciativa de presupuesto de largo plazo.
Republicanos y demócratas acordaron en 2013 una iniciativa de presupuesto de dos años luego de que los presidentes del Comité de Presupuesto del Senado y de la Cámara de Representantes asumieron el liderazgo en las negociaciones.
Sin embargo, la dirigencia republicana en el Congreso dejó claro a inicios de este año que en esta ocasión, las negociaciones deberán llevarse a cabo entre la dirigencia congresista republicana y la Casa Blanca, dado que los republicanos controlan ahora ambas cámaras del Congreso.
La posibilidad de un exitoso acuerdo sigue siendo débil dado que los demócratas exigen que se eleven los límites al presupuesto, mientras que los republicanos insisten en un incremento únicamente para los programas de defensa.
Además, aún se desconoce en qué medida afectará el abismo interno en el Partido Republicano la aprobación final del acuerdo.
