NACIONES UNIDAS, 29 sep (Xinhua) -- En medio de la distensión de las relaciones, el presidente de Estados Unidos Barack Obama conversó hoy con su homólogo cubano Raúl Castro en la sede de la ONU, en la primera reunión entre jefes de Estado de los dos países en territorio estadounidense en más de cinco décadas.
Los presidentes discutieron los recientes avances en las relaciones entre los dos países, así como medidas adicionales que cada gobierno puede tomar para profundizar la cooperación bilateral, indicó la Casa Blanca en una declaración.
Durante la reunión, Obama resaltó los cambios en la regulación de Estados Unidos que permitirán a más estadounidenses viajar a Cuba y hacer negocios con ese país, además de ayudar a mejorar la vida del pueblo cubano, agregó la declaración.
A inicios de este mes, Estados Unidos anunció nuevas enmiendas a las sanciones contra Cuba para flexibilizar aún más las restricciones de viaje y negocios en relación con el país insular.
Obama dio la bienvenida a los avances logrados para el establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países en julio y resaltó que las constantes reformas en Cuba incrementarán el impacto de los cambios en la regulación de Estados Unidos, se indicó en la declaración.
Además, el presidente estadounidense resaltó las medidas que Washington tiene la intención de tomar para mejorar los lazos entre los pueblos cubano y estadounidense y reiteró el apoyo de Estados Unidos a los derechos humanos en Cuba.
Los dos líderes también discutieron las recientes visitas del papa Francisco a ambos países.
Obama y Castro se estrecharon hoy brevemente la mano en una pequeña sala de reuniones en la ONU antes del inicio de sus conversaciones a puerta cerrada, según un informe compartido distribuido por la Casa Blanca.
En la reunión también estuvieron presentes el secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry, el asesor adjunto de Seguridad Nacional Ben Rhodes y la embajadora de Estados Unidos ante la ONU Samantha Power.
En su mensaje a la Asamblea General de la ONU pronunciado el lunes, Obama dijo que "confía" en que el Congreso de Estados Unidos "inevitablemente levantará un embargo que ya no debe existir".
"Los cambios no llegarán de la noche a la mañana a Cuba, pero confío en que la apertura, no la coerción, apoyarán las reformas y mejorarán la vida que los cubanos merecen", dijo Obama.
Por otra parte, Castro exigió en su discurso del lunes el fin del embargo comercial, la devolución de los terrenos utilizados como base militar en la bahía de Guantánamo y una compensación por décadas de daño económico.
El líder cubano también criticó a Estados Unidos por una historia de "guerras de agresión e intervención en los asuntos internos de los Estados, de deposición de gobiernos soberanos por la fuerza, los llamados 'golpes suaves' y de recolonización de territorios".