Por Xue Lei y Nguon Sovan
PHNOM PENH, 19 sep (Xinhua) -- Varios expertos camboyanos han dicho que la promulgación de los polémicos proyectos de ley de seguridad propuestos por el primer ministro japonés, Shinzo Abe, es equivalente al suicidio diplomático de Japón.
Estos comentarios se producen después de que la Cámara alta del Parlamento nipón, cuya mayoría está controlada por el bloque gobernante de Abe, aprobase los proyectos la mañana del sábado, pese al fuerte desacuerdo de los partidos de la oposición.
Con los nuevos proyectos de ley, el ejército japonés, conocido como las Fuerzas de Autodefensa, estará capacitado para entrar en conflictos armados en el extranjero para defender a sus aliados, incluso cuando el propio Japón no sea atacado. La legislación permitirá a las tropas japonesas luchar fuera de sus fronteras por primera vez en 70 años.
El director del Departamento de Cooperación Internacional de la Universidad Asiático-Europea en Phnom Penh, Joseph Matthews, afirmó que la legislación es una violación abierta del artículo 9 de la Constitución aprobada tras la Segunda Guerra Mundial, la cual prohibió a Japón convertirse en un país normal y buscar el rearme de sus fuerzas.
El estudioso auguró que las leyes causarán inseguridad, miedo y desconfianza entre todos los países asiáticos, especialmente en el sureste y el noreste del continente.
"Claramente, la promulgación de esta legislación es equivalente a un suicidio diplomático para los asuntos exteriores de Japón y un revés para todos los esfuerzos que Japón está haciendo para llevar una paz permanente y duradera a la región y al mundo", explicó a Xinhua Matthews. "Sin duda, el papel de Japón como un pacificador en el mundo será cuestionado", añadió.
Matthews opinó que los proyectos desencadenarán una guerra psicológica entre los países que en el pasado fueron víctimas de la agresión japonesa.
"La gente que ha sufrido en manos de las tropas japonesas está todavía viva y su memoria es mucho más reciente. Descender por la misma senda nunca ayudará a Japón a curar las heridas de la Segunda Guerra Mundial, que están tan frescas como hace 70 años", expuso.
El experto destacó que, dado que todas las naciones de la región están luchando por lograr el desarrollo económico y la integración, el Gobierno de Abe no debería hacer nada que reabriese las heridas del pasado, que todavía suponen un estigma vinculado a la nación nipona.
Matthews apuntó que la legislación también llevará a una carrera armamentística entre los vecinos más inmediatos de Japón, como la República de Corea y la República Popular Democrática de Corea (RPDC).
Por su parte, el presidente del Instituto Camboyano de Estudios Estratégicos, Chheang Vannarith, afirmó que los proyectos de ley complicarán aún más el ya complejo clima de seguridad en la región.
"Los proyectos pueden conducir a profundizar la desconfianza estratégica entre Japón y China y otros vecinos asiáticos que todavía recuerdan las atrocidades cometidas por Japón durante la II Guerra Mundial", esgrimió. "Con los proyectos, la perspectiva de una mejora de las relaciones de Japón y China es pequeña", enfatizó.
A juicio de Vannarith, el objetivo principal de la nueva legislación es crear una disuasión colectiva contra China, lo que, no obstante, consideró como bastante contraproducente.
"Forzará a China a ser más asertiva y defensiva. A su vez, conducirá a una carrera armamentística en la región", aseveró. "Errores de cálculo, incidentes y fallos de comunicación pueden llevar a la guerra", advirtió.
