BEIJING, 5 sep (Xinhua) -- La economía de China mejoró en agosto mostrando mejores indicadores, incluido el consumo de energía, el transporte de carga ferroviario y el mercado inmobiliario, comentó hoy un funcionario.
El consumo de electricidad en agosto en China aumentó 2,47 por ciento anual, señaló Li Yangzhe, jefe del buró de regulación de operaciones económicas de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR).
La tasa de crecimiento fue 5,88 puntos porcentuales superior al período equivalente del año pasado y 4,47 puntos porcentuales mayor que el de julio, convirtiéndose en el mayor crecimiento mensual de este año.
El incremento fue apoyado por cifras de regiones provinciales clave.
En agosto de 2015, el consumo público de energía en Jiangsu, Shanghai, Jiangxi y Guangdong, aumentó 8,4 por ciento, 8,7 por ciento, 8,3 por ciento y dos por ciento más que en agosto de 2014 respectivamente.
Mientras tanto, las compañías de carga ferroviaria transportaron 1,6 por ciento más carga en agosto de este año que en julio, dijo Li.
El mercado inmobiliario de China continuó positivo en agosto, con un aumento en los precios de casas nuevas por primera vez en términos anuales luego de 10 meses de descensos anuales, gracias al apoyo de las políticas del gobierno. El precio promedio por metro cuadrado en una muestra de 100 ciudades se elevó 0,15 por ciento anual a 10.787 yuanes (1.696 dólares) en agosto, señala un estudio de la Academia de Indices de China, un instituto independiente de investigación.
El mercado de bienes raíces tuvo una contracción en 2014 debido a la débil demanda y a un superávit de casas sin vender. El enfriamiento había continuado en 2015, con una caída de ventas y de precios así como una desaceleración en la inversión.
Un informe de Fitch Ratings sobre la "nueva normalidad" de China publicado el viernes señala que el "pesimismo sobre el panorama a corto plazo en China está superado y el crecimiento para el segundo semestre ya está en preparación".
Sin embargo, Fitch también espera más volatilidad en torno a la nueva normalidad de un desacelerado crecimiento, tanto en la actividad económica real como en los mercados financieros.