PARIS, 1 sep (Xinhua) -- La directora de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, expresó hoy su "profunda consternación" por la destrucción del Templo de Bel en Palmira, Siria, y la condenó.
Bokova dijo que el sitio era "una construcción única en diseño y uno de los monumentos religiosos más importantes del siglo I de la era común en Medio Oriente".
"La destrucción de Palmira constituye un crimen intolerable contra la civilización, pero 4.500 años de historia nunca podrán borrarse", dijo Bokova en una declaración.
"El poder de la cultura es mayor que el de todas las formas de extremismo y nada puede detenerla", dijo, y pidió "compartir de manera cada vez más amplia el patrimonio de la humanidad, en museos, escuelas, los medios y nuestros hogares".
El domingo, el Estado Islámico (EI) dinamitó el Templo de Bel con toneladas de explosivos, la segunda destrucción más importante emprendida por el grupo islamista de los sitios arqueológicos más importantes de Palmira desde que el grupo tomó la ciudad en mayo.
El mes pasado, el EI dinamitó el Templo de Baal Shamin, una estructura del siglo II.
"Es esencial explicar la historia y la importancia de los templos de Palmira. Quien haya visto Palmira queda marcado para siempre por el recuerdo de una ciudad que incorpora la dignidad de todo el pueblo sirio y las más elevadas aspiraciones de la humanidad", dijo Bokova.
Bokova prometió proteger todo lo que se pueda salvar "combatiendo el tráfico de objetos culturales, documentando sitios y usando tecnologías modernas para crear una red global de expertos para transmitir el patrimonio a las generaciones futuras".