Confesión de criminal de guerra japonés revela experimentos bacteriológicos en chinos

Actualizado 2015-09-02 02:18:02 | Spanish. xinhuanet. com

La confesión de un criminal de guerra japonés publicada hoy detalla el asesinato de civiles chinos durante la Guerra de Agresión de Japón contra China.

BEIJING, 1 sep (Xinhua) -- La confesión de un criminal de guerra japonés publicada hoy detalla el asesinato de civiles chinos durante la Guerra de Agresión de Japón contra China.

La Administración Estatal de Archivos (AEA) publicó la confesión manuscrita de Kingo Okano, quien nació en 1912 y se incorporó al ejército invasor en 1937. El fue capturado en agosto de 1945.

De acuerdo con el documento, Okano dijo que mató a dos soldados antijaponeses capturados en la provincia de Hebei, norte de China, en 1937. También capturó a un hombre y a una mujer y "los obligó a tener relaciones sexuales frente a nosotros y los golpeé", dice la confesión.

El criminal confesó que en mayo de 1938 "golpeó y torturó" durante semanas a un hombre capturado y que "lo decapitó con una katana" en Chengde, donde también incursionó en una casa china, "amenacé a la esposa, la ataqué sexualmente en la habitación interior y la infecté de gonorrea".

Okano dijo que en mayo de 1939 se le ordenó trasladar a 250 prisioneros del Ejército de la Octava Ruta y "entregarlos al cuartel general del Cuarto Ejército", el cual "los esclavizó y posteriormente los mató, algunos fueron usados en un experimento bacteriológico".

El criminal confesó que en octubre de 1940 en la provincia de Jilin, noreste de China, trabajó con la policía títere para ayudar a 200 médicos militares a realizar la llamada "prevención de epidemias". Él inyectó a 5.000 personas en el poblado, entró por medio de la fuerza en casas para obligar a la desinfección y diseccionó a 50 personas para realizar experimentos a fin de preparar la guerra bacteriológica, dice la confesión.

También confesó que proporcionó información de inteligencia en agosto de 1945, la que dio como resultado que un escuadrón "disparara contra unos 2.000 chinos amotinados con ametralladoras y matara a unos 150".

Ésta fue la vigesimosegunda de 31 confesiones por escrito presentadas por criminales de guerra japoneses, que han sido publicadas en el sitio de internet de la AEA para conmemorar el 70° aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial.

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Confesión de criminal de guerra japonés revela experimentos bacteriológicos en chinos

Spanish.xinhuanet.com 2015-09-02 02:18:02

La confesión de un criminal de guerra japonés publicada hoy detalla el asesinato de civiles chinos durante la Guerra de Agresión de Japón contra China.

BEIJING, 1 sep (Xinhua) -- La confesión de un criminal de guerra japonés publicada hoy detalla el asesinato de civiles chinos durante la Guerra de Agresión de Japón contra China.

La Administración Estatal de Archivos (AEA) publicó la confesión manuscrita de Kingo Okano, quien nació en 1912 y se incorporó al ejército invasor en 1937. El fue capturado en agosto de 1945.

De acuerdo con el documento, Okano dijo que mató a dos soldados antijaponeses capturados en la provincia de Hebei, norte de China, en 1937. También capturó a un hombre y a una mujer y "los obligó a tener relaciones sexuales frente a nosotros y los golpeé", dice la confesión.

El criminal confesó que en mayo de 1938 "golpeó y torturó" durante semanas a un hombre capturado y que "lo decapitó con una katana" en Chengde, donde también incursionó en una casa china, "amenacé a la esposa, la ataqué sexualmente en la habitación interior y la infecté de gonorrea".

Okano dijo que en mayo de 1939 se le ordenó trasladar a 250 prisioneros del Ejército de la Octava Ruta y "entregarlos al cuartel general del Cuarto Ejército", el cual "los esclavizó y posteriormente los mató, algunos fueron usados en un experimento bacteriológico".

El criminal confesó que en octubre de 1940 en la provincia de Jilin, noreste de China, trabajó con la policía títere para ayudar a 200 médicos militares a realizar la llamada "prevención de epidemias". Él inyectó a 5.000 personas en el poblado, entró por medio de la fuerza en casas para obligar a la desinfección y diseccionó a 50 personas para realizar experimentos a fin de preparar la guerra bacteriológica, dice la confesión.

También confesó que proporcionó información de inteligencia en agosto de 1945, la que dio como resultado que un escuadrón "disparara contra unos 2.000 chinos amotinados con ametralladoras y matara a unos 150".

Ésta fue la vigesimosegunda de 31 confesiones por escrito presentadas por criminales de guerra japoneses, que han sido publicadas en el sitio de internet de la AEA para conmemorar el 70° aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial.

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