Por Juan Manuel Nievas
BUENOS AIRES, 31 ago (Xinhua) -- La ciudad de Buenos Aires pone en valor su tradicional barrio chino, ubicado en el distrito de Belgrano, con obras que avanzan en la calle Arribeños, la principal del lugar.
El barrio chino, con sus tradicionales restaurantes, pescaderías, imprentas, supermercados con productos típicos de Asia y locales de ropa oriental, es ya una visita obligada para quienes visitan esta capital.
"Falta poco para la inauguración de la calle Arribeños. Está previsto que las obras terminen para fines de octubre", dijo este lunes el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Alcaldía.
Las obras, que comenzaron en mayo pasado, incluyen la ampliación y el recambio de las veredas, y también la nivelación con la calzada para mejorar la circulación del peatón.
Las calles que están siendo intervenidas son Arribeños entre Juramento y Olazábal, y Mendoza entre las vías del Ferrocarril Mitre, donde, por otra parte, corren modernos y recientemente incorporados trenes chinos, y Montañeses.
En la calle Arribeños, en el tramo entre Juramento y Mendoza, se colocó ya el 60 por ciento de las nuevas columnas de alumbrado público, se demolió el 90 por ciento de las veredas y se se instaló el 90 por ciento de las baldosas y contrapiso.
"Este lavado de cara por supuesto que suma. Visito el lugar con mi futura esposa al menos una vez por mes, o cada mes y medio. Ahora estará todo más ordenado", dijo a esta agencia Bernardo Domínguez, un empleado en el centro de esta ciudad.
El barrio chino tiene, en la intersección de las calles Arribeños y Juramento, su tradicional arco de entrada, donde cientos de turistas se toman fotos, especialmente los fines de semana, tal como ocurre en las ciudades californianas de San Francisco y Los Ángeles, o en Nueva York, al lado del sector italiano de Manhattan.
Ese arco de ingreso, elaborado en cemento y piedra, fue traído desarmado de China para ser ensamblado en el país.
Mide 11 metros de alto, tiene tres niveles de tejas y los extremos de los techos adornados con dragones. Cada columna termina con un león de piedra tallado en la base.
En febrero pasado, con motivo de la Fiesta de Primavera o Año Nuevo Lunar chino, las viviendas de la zona se engalanaron con adornos representado escenas festivas y de enhorabuena.
Se festejó el inicio del Año de la Cabra, octavo signo del calendario chino que se inició el 19 de febrero y concluye el 7 de febrero del 2016, asociado a la buena suerte así como a la prosperidad y la paz, y en esta ocasión se presenta bajo el elemento de la madera.
Asistieron a las celebraciones, que se extendieron durante dos días, unas 100.000 personas, según las estimaciones de la prensa local.