Además, a pesar del débil desempeño de los sectores de manufactura y bienes raíces, el rápido crecimiento del sector de servicios se está convirtiendo en una nueva fuerza de la economía de China.
Como China ha sido el más poderoso impulsor de la economía mundial en los últimos años y el mundo no ve en la actualidad otra alternativa al papel china, la injustificada preocupación sobre la economía de China sólo puede provocar más daños a la economía global.
Exagerar los problemas de la economía china puede generar más incertidumbres a la economía mundial, alterar los mercados financieros y eventualmente desacelerar el ritmo de recuperación de todos los países.
Junto con el desplome del Índice Compuesto de Shanghai, los mercados de valores en otras importantes economías, como los de Estados Unidos, Japón, Alemania y varios más, también tuvieron un dramático descenso el lunes.
En esta nueva ronda de fluctuación financiera, la caída en los mercados de valores de China sólo fue el detonador, porque las causas reales son la desaceleración en la recuperación de la economía mundial y un posible aumento en las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Sin embargo, también muestra lo importante que es la economía china para el mundo y qué tan estrechamente interconectados están los mercados globales.
Por esa razón, los inversionistas internacionales deben tranquilizarse y dejar de lado sus preocupaciones infundadas sobre el futuro económico de China.
