El gobierno se comprometió finalmente a un programa de privatización de 50.000 millones de euros bajo un acuerdo de rescate de tres años de 86.000 millones de euros alcanzado con los prestamistas internacionales este verano para mantener a Grecia a flote y dentro de la eurozona.
Los ministros griegos argumentaron que las privatizaciones tendrán lugar bajo las condiciones distintas en comparación con el pasado para "beneficiar a la economía y pueblo griegos".