TIANJIN, 17 ago (Xinhua) -- Jiang Mingqiong y su esposo, Ning Shaoyou, viven en Deyang, en la provincia sudoccidental china de Sichuan. Su único hijo, Ning Yu, se unió el año pasado al ejército como bombero y prestaba sus servicios en la municipalidad de Tianjin en el norte de China.
Ning Yu fue uno de los primeros bomberos en llegar al sitio de los estallidos de bodegas en Tianjin el miércoles por la noche. También fue uno de los primeros en morir en el cumplimiento de su deber cuando un segundo estallido ocurrió en el complejo y mató a Ning y a otros cuatro bomberos, además de dejar a otros 11 heridos.
El número de muertos por la tragedia de la semana pasada se elevó hoy a 114, 39 de los cuales eran bomberos. Se cree que esta es una de las mayores pérdidas de los bomberos en décadas.
Setenta personas siguen desaparecidas y de ellas, 64 son bomberos.
Al recoger sus pertenencias, los camaradas de Ning encontraron un cuaderno que el joven utilizaba para expresarse y reflexionar sobre la vida, el trabajo y su papel como bombero. Sus escritos reflejan su personalidad diligente y muy motivada.
"Ese día nos dijimos adiós. Es probable que nunca nos volvamos a ver", escribió Ning Yu el 15 de diciembre de 2014, día en que terminó su entrenamiento.
Al leer sus palabras apenas nueve meses más tarde, sus padres quedaron desconcertados por la naturaleza profética de las reflexiones de su hijo.
El padre de Ning se enteró de los estallidos de Tianjin la mañana del 13 de agosto y lo primero que pensó fue que su hijo podría estar involucrado en la misión de rescate. Pero no estaba preocupado por su hijo a pesar de que sus llamadas telefónicas no recibieron respuesta.
"Eso era lo normal", recuerda el padre. "No les permitían llevarse el teléfono celular".
Pero a alrededor de las 17:30 hubo una llamada telefónica desde Tianjin.
La madre de Ning tomó la llamada. Se les indicó que su hijo podría haber resultado herido en las explosiones y que ella y su esposo debían dirigirse a Tianjin.
Se apresuraron a reunirse con su hijo herido y llegaron a Tianjin la mañana del 14 de agosto.
Al día siguiente, las pruebas de ADN confirmaron que Ning Yu era uno de los caídos.
RECORDANDO A NING YU
"Esa silenciosa mañana me despertó un rayo de sol. Cuando abrí la ventana, el aire fresco y familiar entró y pude escuchar el nítido canto de un pájaro. ¡Qué día tan hermoso! Nunca lo olvidaré. El día que dejé mi hogar para dirigirme a Tianjin y convertirme en bombero", escribió Ning Yu en su cuaderno.
A Ning Yu le encantaba jugar baloncesto a pesar de que sólo medía 1,65.
"Solíamos jugar baloncesto juntos. A veces hacíamos bromas y le decíamos que no debía jugar porque era demasiado bajo de estatura. Pero el siempre insistía y jugaba todos los juegos", dijo Cui Xiaowei, supervisor del escuadrón de Ning.
A Ning Yu también le gustaba cantar. Trabajó como intérprete antes de unirse al ejército y le encantaban Jay Chou, el cantante de pop taiwanés, y Michael Jackson.
También escribió canciones militares y populares en su cuaderno.
Tang Liwang, jefe del escuadrón de Ning, dijo que se sintió impresionado por la diligencia y las aspiraciones de Ning. Antes de que Tang decidiera cuál cargo era apropiado para Ning, el joven se ofreció como voluntario para servir en la brigada de batalla, el equipo de la primera línea.
"Entrenar en la brigada de batalla no es una tarea sencilla", explicó Tang. "Le pregunté si estaba preparado y él me dijo que no había problema y que lo lograría".
Ning Shaoyou dijo que su hijo fue inspirado para unirse al ejército por amigos que hicieron lo mismo y apoyó la decisión de su hijo pues pensó que el ejército lo haría más fuerte y más valiente.
Además, su hijo le aseguró que regresaría a casa luego de dos años de servicio.
"Teníamos sueños en relación con él. Esperábamos que se casara y que se convirtiera en padre, pero ahora...", dijo el padre de Ning, lamentando su decisión.
Pero Ning Yu podría no estar de acuerdo con su padre.
En su cuaderno, el joven de 19 años escribió: "Todos son egoístas. Ven por sí mismos y por su familia. Yo soy esa persona. Ahora hasta me río de mi tonta idea de convertirme en bombero en el ejército. En este momento puedo decir que lucharé y trabajaré arduamente con una conciencia clara. Y me convertiré en un buen bombero. Como soldado debo luchar por nuestra nación y por el pueblo, incluso arriesgando la vida".
En el dormitorio de Ning Yu, tomando la mano de uno de los ex camaradas de su hijo, la madre del joven contuvo las lágrimas mientras le entregaban una pelota de baloncesto con la que su hijo jugó.
"Tenía apenas 19 años. Es tanto lo que no vio y lo que no hizo", dijo Ning Shaoyou. "Fuimos padres sólo 19 años. Ahora estamos a la deriva en un mar de tristeza lleno de recuerdos".
