TAIYUAN, 4 ago (Xinhua) -- La provincia septentrional china de Shanxi convertirá un campo de prisioneros japonés de la Segunda Guerra Mundial, en el que se realizaron experimentos bacteriológicos con civiles chinos y prisioneros de guerra, en un museo.
Taiyuan, la capital de la provincia, ha invertido en torno a dos millones de yuanes (322.000 dólares) en la renovación del "Campo de Taiyuan", explicó a Xinhua un funcionario municipal.
Construidas en 1938, en las instalaciones estuvieron presos entre 100.000 y 120.000 soldados, milicianos y civiles chinos. Algunos de ellos fueron obligados a trabajar y otros murieron en experimentos con humanos o "entrenamientos" en los que los nuevos reclutas japoneses practicaban cargas con bayoneta, matando a los prisioneros.
"Los prisioneros dormían hacinados en el suelo. Si uno se iba al baño no encontraba sitio para dormir al volver", relató Zhao Ameng, cuyo padre era un soldado comunista y superviviente del campo. Zhao ha estado haciendo presión durante años para lograr una mejor protección del lugar.
Liu Linsheng, cuyo padre creó una rebelión secreta dentro del campo de prisioneros que ayudó a muchos prisioneros a escapar, se pasó 25 años escribiendo un libro que describe estas instalaciones como el Auschwitz de China. Destacó que las luchas heroicas de los prisioneros deben ser recordadas.
Lo que queda del sitio son dos hileras de edificios de ladrillo utilizados como almacenes por una fábrica de maquinaria. Se repararán y se convertirán en un museo, explicó Song Jianwei, el funcionario municipal de Taiyuan.