MONTEVIDEO, 1 ago (Xinhua) -- Familiares de las víctimas y sobrevivientes del incendio del supermercado Ycuá Bolaños que dejó 396 muertos en la capital de Paraguay, recordaron hoy 11 años de la peor tragedia en su historia, informó hoy la prensa en Asunción.
Parientes de las víctimas hicieron un minuto de silencio a las 11:20 tiempo local (15:20 GMT) frente al local siniestrado el 1 de agosto de 2004 en la capital paraguaya, donde leyeron una proclama sobre la importancia de evitar la impunidad y el olvido.
"No solo somos víctimas y familiares, somos luchadores y luchadoras, y narramos desde nuestras heridas, pero también desde la necesidad de derrumbar las puertas de la impunidad y el olvido", indicaron.
Lamentaron que en Paraguay exista "un modelo de justicia" y de "desprecio por la vida" promovido "por sectores autoprivilegiados".
"Nuestra lucha por la memoria, la vida y la justicia no es una mercancía. Por lo tanto, no tiene fecha de vencimiento", afirmó la declaración.
Los familiares indicaron que los 400 muertos "no se olvidan", porque "no hay paz sin justicia", por lo que el incidente no debe quedar impune.
Por su parte, la Secretaría de Cultura de Paraguay lanzó un concurso de ideas para definir el futuro del local siniestrado, expropiado a favor del Estado en 2010.
El representante de la entidad, Vladimir Velázquez, afirmó que se quiere "convertir el espacio donde ocurrió la tragedia en un espacio de recordación y de afecto, de construcción comunitaria".
La Coordinación de Víctimas del Ycuá Bolaños acusa como responsables del incendio al empresario Juan Pio Paiva y sus socios, así como responsable técnico al arquitecto y constructor, Bernardo Ischmachowiez.
Responsabilizá, además, a los ex intendentes de la ciudad de Asunción, Martín Burt y Enrique Riera.
La tragedia de hace 11 años se debió a una explosión en la cocina de un restaurante del complejo, cuando 800 personas realizaban compras o almorzaban en la plaza de comidas ubicada en el barrio Trinidad.
La magnitud del incendio se multiplicó porque los guardias de seguridad cerraron las puertas del recinto para evitar que clientes salieran sin pagar del centro comercial. Fin