Análisis de Xinhua: Economía china se ajusta a "nueva normalidad"

Spanish.xinhuanet.com   2015-08-02 02:39:29

BEIJING, 1 ago (Xinhua) -- Jinjiang solía ser un poblado en auge de manufactura, un lugar que hacía calzado y ropa para los estantes de los supermercados estadounidenses y europeos.

Pero estos días, la ciudad de la costa sureste de China, como muchas de sus bases de manufactura, está perdiendo su posición debido al alza en los salarios y la falta de innovación en la producción.

"Estoy considerando mudarme a Bangladesh", dijo Lin Genghuang, un nativo de Jinjiang quien posee una fábrica de calzado. "Los negocios se están manteniendo con dificultades aquí".

Lin señaló que el volumen de exportaciones de la compañía sigue creciendo, pero que el aumento en los salarios, la apreciación del yuan y la competencia intensa en los precios están exprimiendo el margen de ganancias de por sí magro.

Luego de la adhesión de China a la Organización Mundial de Comercio en 2001, la mano de obra barata alimentó su auge en las exportaciones y empoderó a la economía para convertirse en la segunda mayor del mundo.

Pero el sector de la manufactura de China está enfrentado problemas estos días: presionada por un lado por los mercados de costos laborales menores, como Vietnam y Malasia, y luchando todavía para avanzar hacia una cadena de mayor valor debido a la intensa competencia con las naciones desarrolladas.

A alrededor de 3.000 kilómetros de Jinjiang, en la ciudad noreste de Harbin, un profundo malestar económico está obligando a las compañías a reinventarse para poder sobrevivir.

Harbin Boiler Company Ltd., una fabricante estatal de equipo de energía termal, está experimentando golpes dobles --la economía en desaceleración y una campaña nacional para detener la contaminación y reducir las emisiones.

Con los pedidos a la baja y las ganancias reduciéndose, la compañía no tiene más opción que el cambio, señaló su presidente Wang Dexing.

Para mejorar la competitividad, la compañía está luchando para desarrollar nuevos, ampliar los mercados en las economías emergentes y aprovechar los nuevos negocios como la desalinización del agua de mar, el equipo de energía nuclear y la protección ambiental.

Esta es una parte de la realidad económica más amplia de China: el anémico impulso económico está haciendo que el gobierno busque nuevas fuentes de crecimiento mientras que obliga a las compañías nacionales y multinacionales a buscar un Plan B.

Afectada por una caída en el mercado de bienes raíces, un enfriamiento en el crecimiento de la inversión y una demanda inestable tanto en casa como en el extranjero, la economía de China ha trastabillado durante los dos últimos años y se espera ampliamente que experimente este año su crecimiento más débil en un cuarto de siglo.

Aunque el crecimiento esta desacelerándose, es más equilibrado y sustentable --una "nueva normalidad", como la llamó el presidente chino Xi Jinping.

Bajo la "nueva normalidad", la importancia de la velocidad del crecimiento es eclipsada por las reformas estructurales extremadamente complejas que se están llevando a cabo para transformar la economía a una que dependa más del sector servicios, el gasto doméstico y la innovación.

"La desaceleración en el crecimiento económico de China significa que el gobierno está recurriendo a los ajustes estructurales y los esfuerzos políticos para abordar las vulnerabilidades financieras", señala un informe del Banco Mundial. En el medio plazo, estos esfuerzos están ayudando a China a cambiar gradualmente su modelo de crecimiento de manufactura a servicios, de inversión a consumo y de exportaciones a gasto doméstico.

El gobierno ha puesto en operación políticas para contener la rápida expansión en el crecimiento del crédito, regular el endeudamiento de los gobiernos locales y eliminar la sobre capacidad industrial, lo que ayudará a disminuir la inversión en sectores como bienes raíces. Al mismo tiempo, ha tratado de poner piso a la desaceleración, con medidas de apoyo limitadas pero dirigidas.

A pesar de la fuerte caída en la bolsa de valores y los crecientes vientos económicos contrarios, la economía china sigue firme y dando señales de un cambio, aunque lento, con el consumo y el sector servicios surgiendo gradualmente como los principales conductores del crecimiento.

"La economía de China está funcionando bien en general, con algunos problemas restantes que requieren la sabiduría de todos y esfuerzos sólidos", dijo el presidente Xi.

En una reunión el jueves, presidida por Xi, el órgano máximo de toma de decisiones de China dijo que el gobierno central adoptará "medidas efectivas" para alimentar el crecimiento firme del consumo, la inversión y las exportaciones --motores clave del crecimiento-- mientras intensifica las "políticas selectivas" para enfrentar la presión a la baja.

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Análisis de Xinhua: Economía china se ajusta a "nueva normalidad"

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BEIJING, 1 ago (Xinhua) -- Jinjiang solía ser un poblado en auge de manufactura, un lugar que hacía calzado y ropa para los estantes de los supermercados estadounidenses y europeos.

Pero estos días, la ciudad de la costa sureste de China, como muchas de sus bases de manufactura, está perdiendo su posición debido al alza en los salarios y la falta de innovación en la producción.

"Estoy considerando mudarme a Bangladesh", dijo Lin Genghuang, un nativo de Jinjiang quien posee una fábrica de calzado. "Los negocios se están manteniendo con dificultades aquí".

Lin señaló que el volumen de exportaciones de la compañía sigue creciendo, pero que el aumento en los salarios, la apreciación del yuan y la competencia intensa en los precios están exprimiendo el margen de ganancias de por sí magro.

Luego de la adhesión de China a la Organización Mundial de Comercio en 2001, la mano de obra barata alimentó su auge en las exportaciones y empoderó a la economía para convertirse en la segunda mayor del mundo.

Pero el sector de la manufactura de China está enfrentado problemas estos días: presionada por un lado por los mercados de costos laborales menores, como Vietnam y Malasia, y luchando todavía para avanzar hacia una cadena de mayor valor debido a la intensa competencia con las naciones desarrolladas.

A alrededor de 3.000 kilómetros de Jinjiang, en la ciudad noreste de Harbin, un profundo malestar económico está obligando a las compañías a reinventarse para poder sobrevivir.

Harbin Boiler Company Ltd., una fabricante estatal de equipo de energía termal, está experimentando golpes dobles --la economía en desaceleración y una campaña nacional para detener la contaminación y reducir las emisiones.

Con los pedidos a la baja y las ganancias reduciéndose, la compañía no tiene más opción que el cambio, señaló su presidente Wang Dexing.

Para mejorar la competitividad, la compañía está luchando para desarrollar nuevos, ampliar los mercados en las economías emergentes y aprovechar los nuevos negocios como la desalinización del agua de mar, el equipo de energía nuclear y la protección ambiental.

Esta es una parte de la realidad económica más amplia de China: el anémico impulso económico está haciendo que el gobierno busque nuevas fuentes de crecimiento mientras que obliga a las compañías nacionales y multinacionales a buscar un Plan B.

Afectada por una caída en el mercado de bienes raíces, un enfriamiento en el crecimiento de la inversión y una demanda inestable tanto en casa como en el extranjero, la economía de China ha trastabillado durante los dos últimos años y se espera ampliamente que experimente este año su crecimiento más débil en un cuarto de siglo.

Aunque el crecimiento esta desacelerándose, es más equilibrado y sustentable --una "nueva normalidad", como la llamó el presidente chino Xi Jinping.

Bajo la "nueva normalidad", la importancia de la velocidad del crecimiento es eclipsada por las reformas estructurales extremadamente complejas que se están llevando a cabo para transformar la economía a una que dependa más del sector servicios, el gasto doméstico y la innovación.

"La desaceleración en el crecimiento económico de China significa que el gobierno está recurriendo a los ajustes estructurales y los esfuerzos políticos para abordar las vulnerabilidades financieras", señala un informe del Banco Mundial. En el medio plazo, estos esfuerzos están ayudando a China a cambiar gradualmente su modelo de crecimiento de manufactura a servicios, de inversión a consumo y de exportaciones a gasto doméstico.

El gobierno ha puesto en operación políticas para contener la rápida expansión en el crecimiento del crédito, regular el endeudamiento de los gobiernos locales y eliminar la sobre capacidad industrial, lo que ayudará a disminuir la inversión en sectores como bienes raíces. Al mismo tiempo, ha tratado de poner piso a la desaceleración, con medidas de apoyo limitadas pero dirigidas.

A pesar de la fuerte caída en la bolsa de valores y los crecientes vientos económicos contrarios, la economía china sigue firme y dando señales de un cambio, aunque lento, con el consumo y el sector servicios surgiendo gradualmente como los principales conductores del crecimiento.

"La economía de China está funcionando bien en general, con algunos problemas restantes que requieren la sabiduría de todos y esfuerzos sólidos", dijo el presidente Xi.

En una reunión el jueves, presidida por Xi, el órgano máximo de toma de decisiones de China dijo que el gobierno central adoptará "medidas efectivas" para alimentar el crecimiento firme del consumo, la inversión y las exportaciones --motores clave del crecimiento-- mientras intensifica las "políticas selectivas" para enfrentar la presión a la baja.

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